Preliminar...

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Pasos lentos eran aquellos que daba el pelinegro mientras observaba a aquel castaño que tanto le llamaba la atención, se escondía detrás de los árboles simplemente observando. Avanzaba pausada y cautelosamente manteniéndose alerta sobre cada hoja caída de los frondosos matorrales que rodeaban el bosque esquivando aquellas que pudieran hacer cualquier tipo de ruido al ser pisadas.

Aquél castaño de sonrisa cuadrada y ojos soñadores no sabía que le esperaba, solo era un joven con amor a la espesa naturaleza que lo esperaba lista para ser explorada de inicio a fin, lo hipnotizaba con aquellos animales que tanto le encantaban, las mariposas... Habían de todos los colores y él parecía ser bienvenido por todas, estas mismas lo rodeaban revoloteando sus alas con aparente alegría mientras se posaban en distintas partes de su anatomía haciéndolo ver como una auténtica obra de arte. Una pintura que a cierto pelinegro le encantaba admirar por horas y horas, era su obsesión.

Fueron semanas enteras en que se repetía la misma rutina, el castaño se adentraba en el espeso bosque de su localidad y un pelinegro lo seguía hasta que el anterior nombrado terminaba su recorrido. Sabía cada cosa del inocente joven, pues se habría tomado el tiempo de investigar hasta su comida favorita. Ni él mismo entendía que pasaba por su cabeza para cometer tal acoso hacia el llamativo chico, le era indescriptible hasta para él mismo entender la razón de su obsesión.

Días, horas, minutos y segundos, cada uno de estos eran los que le dedicaba al castaño simplemente observando de lejos, sus expresiones, la manera en que tomaba cualquier cosa, así fuera una ramita seca no importaba pues para Jeon cada cosa que viniera del chico era perfecto e interesante.

Pasaron los días y pronto aquel pelinegro que poco a poco habría caído en la locura de descubrir cada detalle del misterioso chico de cabellera castaña junto con esa hermosa sonrisa cuadrada, decidió acercarse a él y dar por fin el "primer paso".

Sin embargo... Parecía que no todo iba a salir como Jeon imaginaba, ocurrió algo inesperado. El denso soto que rodeaba a ambos hombres comenzó a cambiar bruscamente, era totalmente irreal, no entendía que mierda estaba sucediendo a su alrededor; era alucinante.

Lo que parecía un día soleado comenzó a tornarse nublado en cuestión de segundos, la especie favorita del castaño rápidamente fue reemplazada por cuervos, insectos y todo tipo de animales considerados en los viejos cuentos como "malos augurios", los que eran verdes y frondosos árboles secaron y oscurecieron junto con el clima, las flores marchitaron a la vez que los frutos se pudrieron llamando a las hormigas para ser devorados en su mal estado, el suelo se llenó de barro y una sospechosa pero temible neblina. Los cuervos cruzaron el nubloso paisaje como si de un muerto se tratase...

Curiosamente el castaño se mantenía intacto, estaba alerta por lo ocurrido sin embargo parecía brillar en medio de tal oscuridad a la cual el pelinegro parecía pertenecer desde la cuna, su aura gris con ese destello de locura se acoplaba perfectamente a lo que se había convertido el ahora espeluznante bosque, era como una luciérnaga en la temple lobreguez.

Su cabellera castaña se removia en un intento fallido de encontrar el indicio de tan escalofriante cambio de ambiente que presentó su alrededor. ── ¿Hola? ¿Se encuentra alguien allí? ── Cuestionó luego de notar movimiento detrás de unos árboles, el silencio volvió a inundar el lugar mandando escalofríos a lo largo de su columna vertebral, un frío lo rodeó y pudo sentir el terror deslizándose desde la punta de sus dedos. Sintió un molesto cosquilleo en su nuca erizandole los pelos hasta que un susurro desconocido hizo eco en su cabeza, este pronunciaba aquella palabra que llenaría de pánico a cualquiera en tal situación.

Corre...

𝗙𝗢𝗖𝗨𝗦 ┆ ᴷᵒᵒᵏⱽDonde viven las historias. Descúbrelo ahora