── ¿No te apetece algo de compañía, niño bonito? ──
Habló el pelinegro mientras sus ojos igualaban el tono de su cabello a la vez en que que se manchaban de distintas emociones haciéndolos brillar con un peligro deseable, el menor a penas y pudo descifrar la expresión del pelinegro, pues lo veía con diversión y algo más que no pudo resolver.
Boqueó como un pez sin saber que decir sintiendo sus mejillas arder hasta que aquel rotundo silencio terminó a causa de la risa del pelinegro, este se regocijaba en su puesto soltando carcajadas ahogadas y unas sonoras algo roncas, cuando por fin terminó aquel espectáculo solo se volteó y buscó entre uno de los gabinetes algo que identificó como un botiquín, cuando lo agarró giró su cabeza observándolo profundamente e hizo sonar aquella caja roja dándole a entender su propósito.
── No te aceleres mocoso, no pienso abusar de ti... Aún. ── Pronunció esto último en un susurro audible solamente para sí mismo antes de escuchar a alguien tocar la puerta de la entrada avisando por él, que antes de retirarse lo observó de reojo por última vez soltando una risita burlona antes de salir del baño haciendo suspirar al castaño aliviado.
Este último apagó la ducha y salió agarrando aquella toalla pasándola por su cuerpo con cuidado y enrollandola en su cintura una vez seco. Agarro y abrió el botiquín que el pelinegro le había dejado sobre el lavamanos minutos antes dispuesto a curar aquellos dolores que aún persistían, más no eran muy notorios gracias a la ducha que había tomado anteriormente, se dispuso a poner manos a la obra y abrió aquella caja metálica de color rojo encontrando todo tipo de utensilios para su ya predispuesto uso.
Atinó con la peor herida que habitaba en su anatomía, su pierna. Con aguja e hilo ya dispuesto a curar aquella herida abierta, dirigió el instrumento a la zona y segundos antes de que comenzara a hacerlo la puerta volvió a abrirse apareciendo el pelinegro con una muda de ropa para él, este mismo observó lo que estaba por hacer y suspiró mirándolo incrédulo.
── Tu padre es médico, ¿acaso nunca te enseñó a hacer una sutura? ── Habló en un tono despliciente al mencionar a su padre y tomando atrevimiento agarró una pequeña banquita sentándose frente a él, le quitó la aguja y sin avisar comenzó a hacerlo correctamente, el más joven optó a sostenerse de la manija de la puerta apretando la mandíbula a la vez en que ahogaba un grito.
El de ojos rasgados continuó con la herida hasta acabar mostrando su trabajo totalmente pulcro, prosiguió y agarró una gasa remojandola en el alcohol para después pasarla suavemente por los demás cortes y rasguños que habitaban en su piel, ambos se mantuvieron en silencio hasta que el mayor lo rompió hablando en tono bajo sin mirarlo por estar concentrado en las demás heridas.
── Hay alguien en la sala, está esperando por ti... En el punto en el que estamos sabrás que no eres como los demás Kim, es por eso que estás siendo cazado. ── Habló suavemente audible únicamente para ambos, una vez terminó de curarlo desecho las gasas manchadas de sangre, limpiando todo y volviendo a guardar el botiquín dejando todo intacto, mientras tanto el castaño se levantó y comenzó a cambiarse con la ropa que le había traído el mayor consistía en ropa negra por lo cual supuso que pertenecían a él, botas militares negras, al igual que pantalón y camisa del mismo tono sumándole un abrigo acorde al mal clima. ── Parece que ser la última novedad del pueblo no resultó tan espectacular como parecía. Sal por la ventana de la habitación de enfrente y corre todo lo que puedas, pero sobre todo, no confíes en nadie... Soy parte de ellos así que yo también iré tras de ti, sin embargo creo que así es más divertido, buen viaje Kim... ── pronunció todo esto en el mismo todo y sonrió burlón antes de salir del baño.
El castaño no esperó más y a pasos cautelosos salió por la ventana de aquella habitación comenzando a correr mientras observaba como la entrada y puerta trasera se encontraba rodeada de hombres los cuales no se percataron de su presencia, acató el consejo de Min y corrió tanto como sus piernas se lo permitieron.
...
Por otro lado. Luego de que el de cabellera oscura saliera del baño volvió a la sala encontrándose con su mejor amigo sentado ahí mismo mientras fumaba un cigarro, este lo miró y sonrió ladino antes de hablar.
── ¿Ya se fue? ── Habló el portador de aquella sonrisa en forma de corazón observándolo con diversión.
Chasqueó la lengua irritado y se recargo en la pared metiendo sus manos dentro de sus bolsillos. ── Ajá... ── Escuchó la carcajada del contrario mientras este mismo apagaba su cigarro dejándolo en el cenicero, se levantó de su asiento planchando su abrigo con ambas manos y caminó a la ventana observando al castaño correr despavorido hasta desaparecer entre los frondosos árboles.
── Mmm, en cierto punto me da lástima, no sabe lo que le espera hoy... ── Habló el de cabello marrón mientras soltaba un suspiro antes de volver a sonreir con sorna. ── Pero bueno, será divertido cazarlo. ── Habló volteando a verlo.
...
Corrió lo que pudo hasta que sintió sus piernas implorar descanso, con la respiración agitada fue disminuyendo el paso y tomó asiento debajo de un árbol mientras se encerraba en una burbuja, miles de preguntas sin respuesta surgían en su mente hasta que escuchó un ruido lo cual lo alertó sacándolo de sus pensamientos, más este solo había sido provocado por una pequeña liebre que salía de detrás de un árbol tranquilizandolo nuevamente, sin embargo esa tranquilidad no duró mucho cuando de pronto soltó un chillido que le hizo volver a verla, la indefensa liebre estaba herida, una gran cortada se atravesada a lo largo de su lomo la cual comenzaba a sangrar dejando al pobre animalito sin fuerzas, observó como la sangre que salía de aquella herida no tenía un color normal, era negra, brillosa y abundante, se levantó con intención de levantarse y tratar de hacer algo por aquel animal sin embargo se detuvo cuando comenzó a removerse mientras soltaba chillidos provocando qué llevara sus manos a sus orejas intentando aminorar ese frustrante sonido.
Retrocedió asustado por la rareza de tal animal hasta chocar contra el árbol en que anteriormente se encontraba recostado, se mantuvo en silencio estando alerta de cualquier cosa temiendo por la pobre criatura hasta que de pronto sintió una gota caer en su mejilla haciendo que llevara una mano para limpiarla, miro su mano y esta estaba manchada de aquel líquido carmín, otra gota chocó contra su abrigo, era del mismo tono, temiendo por lo que encontraría elevó su mirada hacia arriba dando con una atroz escena...
Lo que presenció le heló la sangre por completo dejándolo atónito y aterrado. Aquél hombre el cual colgaba del alto arbol habría sido brutalmente asesinado de una de las peores maneras existentes, se le conocía como "El Águila de Sangre", paso saliva mientras se movía de aquel lugar sin despegar la mirada del inhumano marco visual que se extendía frente a él.
La espalda del hombre había sido cruelmente expuesta, con su piel cortada y doblada al exterior junto con sus costillas formando unas "alas", sintió náuseas ante tan grotesco final para el pobre hombre, apartó la mirada y observo la liebre muerta junto a sus pies, pasó saliva y comenzó a caminar siguiendo su camino aún sin poder despejar su mente luego de haber concurrido a ese traumante contexto.
Luego de un largo camino ensimismado en sus pensamientos sin saber realmente a donde se dirigía logró reconocer el camino, era el sendero al pueblo, sin embargo no pudo sentir felicidad alguna, nuevamente volvía a repetirse aquel "mal presentimiento", aceleró el paso y subió la pequeña colina hasta llegar a la cima, una vez allí deseo que todo aquello fuera causa de un mal sueño.
El pueblo estaba destruido, desde ahí podía observar por completo el panorama al asentamiento y no quería creer lo que captaban sus ojos, el lugar donde creyó que al llegar por fin su sufrimiento acabaría no era más que las ruinas de lo que era antes, sintió un nudo formarse en su garganta al pensar lo peor. Comenzó a correr sintiendo sus ojos picar pensando en ellos.
Su Familia...
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𝗙𝗢𝗖𝗨𝗦 ┆ ᴷᵒᵒᵏⱽ
Fanfiction𝙀𝘯𝘧𝘰𝘤𝘢𝘵𝘦... 𝗗𝗂𝖼𝖾𝗇 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗇 𝗆𝖾𝖽𝗂𝗈 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝗈𝗌𝖼𝗎𝗋𝗂𝖽𝖺𝖽 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈𝗌 𝗋𝗈𝖽𝖾𝖺 𝖾𝗑𝗂𝗌𝗍𝖾 𝗎𝗇 𝖽𝖾𝗌𝗍𝖾𝗅𝗅𝗈 𝖽𝖾 𝗅𝗎𝗓 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈𝗌 𝗌𝖺𝗅𝗏𝖺 𝖽𝖾 𝖾𝗌𝖺 𝗂𝗇𝗁𝗎𝗆𝖺𝗇𝖺 𝗅𝗈𝖼𝗎𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗁𝖺𝗒 𝖺𝗅𝗋𝖾𝖽𝖾...