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La madre del castaño conocido como Kim Taehyung siempre supo que su hijo era alguien especial, pues a temprana edad comenzó a demostrar  ciertos "dones" que lo hacían diferente a los demás, por esa misma razón el castaño nunca asistió a una escuela ni nada por el estilo, sus progenitores lo criaron y enseñaron todo lo necesario en casa.

Algo peculiar de Taehyung y que preocupaba en cierto punto a su madre era como el bosque lo llamaba, absorbiendolo y distrayendolo por horas allí dentro. Nunca supo que era lo que su hijo hacía dentro del espeso monte para que lo mantuviera tanto tiempo sin dar señales de vida, llegó a prohibirle entrar a tal lugar más no funcionó, este se desesperaba por el simple hecho de no asistir al lugar aunque fuera un día, no pudo contenerlo y se rindió teniéndose que conformar con el decirle "ve con cuidado", era un caso perdido intentar contenerlo.

A lo largo de su vida fue acostumbrandose a aquel hábito de su hijo por asistir al lugar, ya estando más segura de que el joven se conocía el bosque como la palma de su mano y que estaría bien, por supuesto, guardando cierta precaución; sin embargo... Su tranquilidad se vio perturbada por un incontenible escalofrío al ver a su hijo una tarde soleada listo para ir a "su lugar seguro", pronto reconoció a lo que su madre llamaba "un mal presentimiento".

── Taehyung, hijo... ── Lo llamó intentando mostrarse serena sin embargo su voz colgaba de un hilo y no tenía un aliento, boqueaba como un pez intentando encontrar las palabras correctas para describir ese sentimiento que la había inundado.

── ¿Mamá...? ¿Sucede algo? ── Habló mirándola extrañado por su comportamiento y esperó de pie aún sosteniendo la chapa de la puerta listo para encaminarse a su destino previo.

── Yo... ── miró un punto perdido de la sala aún con la mente en blanco, subió su mirada conectando con la extrañada de su hijo y soltó un suspiro ahogado. ── Creo que no deberías ir al bosque hoy cariño. ── Dijo en un intento de sonar comprensiva mirando a su hijo con palpable preocupación.

Sonrió tiernamente mirando a su madre y caminó hacia ella fundiendose en un cariñoso abrazo. ── No te preocupes mamá, iré con cuidado. ── Habló mientras se separaba delicadamente de ella y sonreía tranquilizandola.

── Hijo... ── Volvió a excusarse aún con una mueca preocupada.

── Lo juro, estaré bien. ── Aseguró con tranquilidad y salió de la vivienda no sin antes despedirse de su progenitora con un beso en su mejilla.

Al adentrarse en el bosque sintió escalofríos, su abuela le había contado sobre los malos presentimientos y los describía exactamente a como se sentía ahora; escalofríos, pies fríos, vacío en el pecho y un sudor gélido, pasó saliva esquivando los pensamientos intrusivos que comenzaban a inundar su mente, los hizo de lado y concluyó que tal vez iba a enfermar o algo parecido dándose ánimos para tranquilizarse.

Todo iba como lo imaginó, tranquilo y sereno, mariposas lo rodeaban haciéndolo sonreír alegre, siempre le habían gustado las anteriores nombradas aunque su madre las odiaba con toda su alma y no dejaba que una de ella pisara siquiera su ventana; rió al recordarlo y continuó caminando en total paz hasta que de un momento a otro en donde se había distraído con un pajarito el clima cambió en cuestión de segundos y el animalito salió despavorido, ya no habían mariposas, todo estaba lleno de oscuridad y un aire espeluznante que le helaría la sangre hasta al más valiente, buscó a su alrededor el causante de tal atrocidad hablando al aire en busca de una respuesta. ── ¿Hola? ¿Se encuentra alguien allí? ── Al no recibir respuesta se tranquilizó más esto no duró mucho pues un escalofrío lo recorrió de pies a cabeza inundandolo de miedo, se sintió desvanecer cuando un misterioso susurro hizo eco en su mente.

── Corre... ──

Por más que el terror lo inundara se debatió en que hacer, tal vez su mente le estaba jugando una mala pasada o probablemente todo era real y lo estaban cazando como a un animal.

La desesperación llenó por completo su cuerpo al no saber que hacer, no fue hasta que escuchó una pisada detrás suyo, miró por el rabillo de su ojo y pudo ver una silueta, fue suficiente, supo que debía hacer caso al extraño susurro.

Corría como si su vida dependiera de ello, no sabía a donde, no tenía ni puta idea de en que se había metido, ¿por qué simplemente no se dirigía a su hogar? Porque estaba perdido, el bosque el cual conocía desde que era un niño había sido reemplazado por la peor pesadilla de cualquiera; el barro manchó por completo sus botas y parte de su pantalón, las ramas y hojas habían rasguñado parte de su cara y cuerpo, sin embargo estas no fueron un impedimento para que se detuviera, aún sentía como si esa extraña silueta fuera detrás suyo.

Su mente no ayudaba, solo imaginaba los peores escenarios en los que acabaría su vida, pronto volvió a la realidad cuando un tronco se cruzó en su camino haciendolo caer de bruces al suelo brindandole un doloroso golpe a su boca y nariz las cuales no tardaron en empezar a sangrar, se recompuso adolorido, sentía la sangre deslizarse por su nariz, labios y cuello mientras que a la vez de esta su boca de inundaba haciéndolo toser y escupir, una vez de pie sintió el peor ardor de toda su vida, intentó divisar de donde provenía en medio de la oscuridad y atinó con su muslo derecho, una estaca de madera, supuso que del tronco que lo había hecho tropezar estaba clavada sin ningún sentimiento de piedad en la zona, ahogó un grito y apretó los dientes sintiendo las gotas caer sobre él, una tormenta se avecinaba.

A duras penas siguió "corriendo", pues su pierna ardía de sobremanera agregando los rasguños que se había hecho anteriormente comenzaban a hacer acto de presencia y no le permitían emitir la acción correctamente, se conformó con cojear, continuó su camino intentando mantener la calma y pronto reconoció el camino, la bifurcación que lo llevaría a su hogar, casi lloraba de felicidad, por fin acabaría su martirio.

Oh, dulce Taehyung. ¿Estás seguro de eso?

𝗙𝗢𝗖𝗨𝗦 ┆ ᴷᵒᵒᵏⱽDonde viven las historias. Descúbrelo ahora