café y detectives

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Sonaba una alarga fuerte, con una luz roja cegadora, las botas gruesas de los guardias se escuchaban andar a toda velocidad por los pasillos, sus comunicadores informaban sus sectores, lamentablemente todos reportaban lo mismo "vacío". Seguían andando por los pasillos cuando una sombra paso por detrás de unas estatuas, corría sigiloso con una sonrisa en rostro.

A la hora, llegaron los agentes – oficial Nakahara – le llamo uno de los guardias – paso de nuevo, los sensores, todo desactivado, todo fue parte de un mismo plan

- Esa pandilla, la encontraré así sea lo último que haga – declaro.


Por la mañana, el castaño en cuestión se estiraba, miro a su compañero de cuarto, un chico de cabello aperlado colocar unos platos, - Dazai – escucho la voz femenina de su otra amiga – levántate ya, Ranpo-san, tú también – exclamo haciendo a otro chico castaño levantarse igual

Ambos castaños se miraron y suspiraron. – Atsushi – le llamo el castaño de ojos verdes - ¿ya terminaste todo?

- Si, esta todo guardado – menciono – chicos ya vengan a desayunar o Akiko-nee se enojará con todos

Ambos castaños se levantaron a desayunar, Akiko también se sentó, y por último Atsushi, el pequeño del grupo. El cuarteto de chicos comió bastante bien, y al finalizar, fueron cada uno a sus cuartos ¿los dos castaños? Ellos se habían dormido en la sala jugando videojuegos y comiendo dulces.

Yosano salía con una falda, camisa y bata – chicos me voy primero

- Vaya con cuidado – dijo Dazai

- ¿estás listo? – pregunto Ranpo – no pareces estarlo

- Ranpo ya déjame – se quejo el mayor.

Atsushi salió de su cuarto, les sonrió – vamos, apresúrense – pidió alegre. Ambos castaños sonrieron de verlo.


Los tres chicos salieron del departamento, era un piso totalmente para ellos, las calles aun frías y oscuras por el horario, caminaron juntos hasta un local no muy lejano, comenzaron a abrirlo, bajaron sillas, limpiaron. Ranpo fue a sentarse por fin mientras Dazai y Atsushi preparaban un poco de café, si, era una cafetería.

Dazai se había ido a la tras tienda, Atsushi fue a dejarle una taza de chocolate frío a Ranpo, regreso sus pasos para tomar una taza de moka y café expreso. Lo llevo a Dazai, para el era el moka.

Ranpo fue a la caja registradora mientras los chicos se dedicaban a preparar los panes, así es, hacían la repostería. Atsushi había metido al horno unas galletas mientras Dazai sacaba los panes dulces. Atsushi comenzó a llevar los panes dulces al mostrador y a acomodarlos, para cuando termino fue por las galletas para hacer lo mismo. Ranpo ya atendía a gente con el café.

Para cuando Atsushi fue a dejar las bandejas, Dazai terminaba de decorar los pasteles. Atsushi los corto con cuidado para dejar las rebanas y llevo de igual forma al mostrador. Cuando el menor salía, pudo escucharlos – Nakahara-san, sigue molesto – hablo un pelirrojo

- Te digo, los atraparé. Estoy harto de esto, es un alivio de que Akutagawa llega hoy, por cierto ¿fueron por él?

- Kaiji fue por él

- Perfecto

Aquellos dos chicos se habían sentado, Atsushi miro a Ranpo y esté solo le hizo señal a que fuera a tenderlos. El joven se acercó sonriente – Hola buen día, ¿Qué desean ordenar?

- Puedes traernos 3 cafés negros y uno con hielo y limón

- Claro – sonrió el menor

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