Reencuentro.

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2 semanas habían pasado, Chuuya y Akutagawa estaban sin comer y sin dormir, los hermanos se habían ido de Yokohama, no tenían pistas, no había más robos. Todo era paz.


Entraron a la antigua y grande casa, allí la serpentina salto – bienvenidos – dijo sonriente Atsushi con su padre, Fukuzawa

- Tardaron mucho en volver

- Tuvimos que empacar muchas cosas y contratar a alguien – dijo Osamu

- Es bueno volver – expreso Akiko

- Padre, encontraremos a nuestro papá, te lo aseguro así que, por favor, anímate – pidió Ranpo

Fukuzawa sonrió de ello y acaricio el cabello de Atsushi – me alegra mucho que volvieran


Había pasado 2 años donde no habían vuelto a saber de los hermanos. En la ciudad había calma, a veces había incidentes parecidos, pero nadie como aquellos ladrones, aunque supieron de un par de eventos en otros continentes, nunca pudieron rastrearlos. Edgar y Akutagawa se habían terminado por quedar en Yokohama.

A veces Chuuya llamaba a Osamu, pero era rara la ocasión que respondía mencionando que la señal donde vivan no era buena y pasaban el día trabajando. A veces hablando de Atsushi y como lo extrañaba. También así, Osamu sabia algo de Akutagawa para decirle a su pequeño hermano

Atsushi por su lado, tenia una clave con Mushitaro, tenia una conexión a las cámaras de su oficina para verlo de vez en cuando, preocupado por su mal comer, pero digno de no poder acercarse. Akiko y Fukuzawa terminaron sacando al pequeño Atsushi de varios episodios de depresión.

Fukuzawa estaba feliz de tenerlos a los cuatro juntos. Había pasado tanto en dos años, y tan poco en tan largo tiempo.

En ese tiempo, también los hermanos habían realizado una búsqueda, una que termino encontrando a su padre, Ougai Mori con su asistente, Elise. Sus dos padres pasaban el tiempo alegre, Atsushi al ser el menor era el más consentido, también por la forma tan dramática con la que se fue. Su padre, Ougai, termino por ayudar mucho a regresar a ese chico alegre, jugaban diario en el jardín y corrían mucho. Fukuzawa era feliz, Ranpo estaba tranquilo, Akiko y Osamu estaban estudiando. Pero aun había cosas que resolver.



Ese día en especial, Chuuya estaba paseando en su motocicleta, era su día libre.

Edgar estaba en una biblioteca

Y Akutagawa estaba en la comisaria, arreglando unos papeles, lo cual odiaba, - señor, tiene una visita – menciono uno de sus subordinados

- ¿algo especial?

- Dice que es un testigo de un caso cerrado, parece que tiene nueva información.

- De acuerdo, hazlo pasar

Guardo los papeles mientras aquel chico entro, Ryunosuke subió la mirada, y lo vio, era idéntico, con su cabello un poco más largo y una marca en su cuello, estaba totalmente sorprendido, pero se levantó de su silla y fue por él, lo abrazo con gran desesperación, apretándolo para idearse jamás soltarlo. – Atsushi, mi Atsushi, estas vivo – dijo con la misma desesperación.

- Ryu... Te he extrañado tanto... - menciono con lagrimas

- ¿qu-que haces aquí? ¿Cómo? ¿Qué te hicieron? – pregunto tocándolo, quería buscar heridas

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