Robos y joyas

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Akutagawa llego a la mañana siguiente, Atsushi apenas acomodaba las mesas cuando lo vio, el mayor no dudo en ayudarlo y bajar algunas sillas – si esperas un momento, el café ya casi estará – menciono Atsushi

- Está bien, quería verte y decirte, buenos días

Atsushi en verdad se sonrojo, termino de bajar las sillas - ¿quieres algo más que café?

- No, no lo he pensado

- ¿galletitas? Tienen forma de tigre, mi especialidad

- De acuerdo, tomaré unas galletitas

- Siéntate, estarán en 15 minutos más

- Gracias

El azabache paso con el menor, Ranpo los miro y sonrió, Atsushi había vuelto a entrar a la tras tienda sacando el pan dulce, y después fue por las galletas, puso algunas en una bolsa bonita mientras Ranpo servía el café – suerte, Romeo

Atsushi solo llevo el café para llevar y las galletas al mayor, este le sonrió – gracias

- Vuelve pronto

Atsushi volvió a entrar a la trastienda, mientras Akutagawa se acerco a Ranpo para pagar. – las galletas son de parte de mi hermano, solo cobraré el café – dijo Ranpo

- Oh, gracias...


Akutagawa llego con galletas a la oficina y Chuuya lo miro – oye, oye, fuiste a esa cafetería

- No lo hice – dijo con galleta en boca

- Lo hiciste

- Demuéstralo

- Esas galletas en forma de tigre

- Pueden ser cualquiera

- Akutagawa

- No me juzgues – se quejo

- Concéntrate empezaremos con esto y quiero tu atención

- De acuerdo, pero no arruines mis próximas citas

- Como sea.

Los detectives estaban organizando una gran galería para atrapar a esos delincuentes, mientras Akutagawa frecuentaba la cafetería cada día, haciendo a Atsushi pensar mejor su situación con el azabache.

Aquel día, Atsushi tenia un pequeño descanso cuando el azabache llego, tomo un par de rebanadas y se sentaron a platicar – entonces, eres uno de los grandes detectives

- Si, algo así, Chuuya es mi mentor

- Ya veo...

- Entonces, ¿sigues pensando que soy un mal policía?

Atsushi sonrió – eres un detective ahora ¿no? – menciono – lamento haber descargado eso contigo, honestamente, cuando era solo un pequeñín los policías eran tan malos, si mi hermano no me hubiera encontrado seguiría vagando solo en las calles

- Todos ustedes son así ¿no es así?

- Si, nuestro padre es un hombre muy bueno, primero encontró a Ranpo, después a Akiko, Osamu y después Osamu a mí, pero él nos cuido a todos por igual. Mi hermano Ranpo es bastante serio ante otros, pero es un chico dulce

- Tu familia es linda, me alegra mucho y me alegra que me dejen pasar tiempo contigo

- Aay, no digas tanto como eso – menciono sonrojado.

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