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Lo único que recordaba era que se había desmayado en pleno entrenamiento, si no es que en realidad se encontraba muerto en estos momentos. Pero lamentablemente el techo que sus ojos enfocaban eran del castillo de jade, así que era imposible.

Sabía que el rey no le dejaría ir tan fácil.

Las cosas sucedieron en un abrir y cerrar de ojos. Probablemente sus niveles se azúcar habían bajado al grado de ocasionar un colapso.

Y lo que menos quería en estos momentos era perjudicar a las Omegas tan amables que habían complido su petición.

Y es que no podía forzarse a comer, no cuando sabía la condición de su lobo. Así que predecía que en un futuro no muy lejano terminaría por expulsar aquello que había ingerido. Pero al parecer había sucedido lo contrario a lo que había estado evitando.

Trató de levantarse de lo que parecía una cama, miró a su al rededor y se alarmó de inmediato cuando se dio cuenta que era la habitación del rey. Alarmado, trató de levantarse con las pocas fuerzas que su débil cuerpo aún conservaba, sin embargo, una gruesa voz lo dejó estático.

—Vuelve a acostarte.—Gruñó.

Si no hubiese sido por qué sus ojos se encontraron con los del rey, hubiese jurado que esa era la voz de mando de un Alfa, pues tal como dijo, él hizo caso.

—Y-yo…—Titubeó, buscando encontrar una excusa que dejara fuera a las Omegas

—El doctor dijo que la azúcar en tu sangre había bajado. Hay muchos factores para que eso pase, pero uno de ellos es no haber comido…—El Omega abrió sus ojos de golpe, ante el agarre brusco del rey en su muñeca.

—A-ah, su majestad… m-me lastima… —Lloriqueó ante la fuerza que el rey ejercía en su muñeca. Sus ojos cristalinos se conectaron con los ojos feroces del azabache y casi de inmediato sus ojos se iluminaron de color neón.

SeokJin se asustó, así que desvío rápidamente su mirada de la del rey.

Por un momento creyó que todo había sido producto de su imaginación, pero al ver al rey en un estado de shock se dió cuánta que él también lo había sentido.

—¿Por qué no comiste?—Habló el rey, actuando como si no hubiera sucedido nada hace unos segundos.— ¿No te dieron de comer? ¿Es eso?—SeokJin guardó silencio, y el rey lo tomó como un sí, así que se levantó de golpe y caminó con intenciones de dirigirse a la puerta. Pero SeokJin lo detuvo, tomándole de la mano.

—No, no, ellas fueron muy amables conmigo, fuí yo quien rechazó la comida.

—¡¿Por qué hiciste eso?!

—Porque mi lobo se está muriendo.—Respondió en un susurro apenas audible, al mismo tiempo que su lobo bajaba su cabecita en señal de sumisión.

La actitud fría y molesta del rey se vió quebrada al ver el dolor plasmado en el rostro del Omega. Su lobo se removió molesto en su interior al ver al Omega triste y eso solamente logró que se sintiera culpable.
Fue entonces que se le ocurrió una idea.

—No puedes salir del palacio.

—Lo sé.—Susurró SeokJin, familiarizado con aquella regla que fue impuesta por el rey, aquella que limitaba su libertad.

—Pero…—Volvió a hablar, llamando la atención del castaño.—, te llevaré yo mismo, con la condición de que solamente observarás de lejos.—Condicionó, causando que los ojitos del Omega se iliminaran.

—¡En serio!

—Sí. Y solamente lo haré porque como rey, es mi obligación ver por el bien de mis empleados y mis ciudadanos.—Dijo, para luego caminar hacia la puerta y salir de la habitación.

♚REY OMEGA♚ [KNJ & KSJ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora