Día 6: Scarlet eyes

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Notas al final del cap, importante!

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El sol se elevaba por el horizonte, dando brillo y color a las nubes que lo acompañaban en su ascenso. Los animales diurnos salían de su ensoñación, el bosque entero despertaba junto a ellos, dándole la bienvenida a un nuevo y maravilloso día.

Una cierva y su cría bebían del calmado río. Un gorrión posó en la rama de un árbol, pico bajo su ala, sacudió sus plumas y alzó el vuelo nuevamente.

Entre las blancas nubes, una majestuosa figura hacía destacar su presencia, recibiendo la luz del sol sobre sus rojas escamas, haciéndolas relucir como puras gemas escarlata, combinando con sus igual de brillantes ojos. Sobre el lomo de tan magnífica criatura, un muchacho de alocados cabellos cenizos recibía el viento en su rostro con una sonrisa. La capa roja que de sus hombros colgaba ondeaba al compás de la fresca corriente mañanera. Para éste joven y su alado corcel, no hay nada mejor que sentir la libertad que les brinda el poder del vuelo.

Después de un rato de estar jugando entre las nubes, disfrutando de aquel maravilloso sentimiento, decidieron bajar para descansar y comer algo.
El dragón bebió del río, mientras que su jinete recogía algunas frutas, amontonándolas en su capa.

- oye, cerebro de escamas, ven aquí o muérete de hambre - le dijo el cenizo a su amigo, éste, ansioso, se acercó donde el muchacho, pero en su rostro se formó una mueca de disgusto al ver tanta fruta y ni un rastro de carne, por lo que soltó un gruñido de protesta, empujando la fruta lejos de si mismo.

- ¿qué, no te gusta? - la criatura escarlata resopló por la nariz, sacudiendo los picudos cabellos cenizos - pues te jodes - y lanzó una fruta directo al rostro del dragón

En un abrir y cerrar de ojos, la enorme en intimidante bestia pasó a ser un joven muchacho de cabellos rojizos en punta hacia arriba, ropas simples pero decentes, y dientes peculiarmente afilados, un rasgo que no podía cambiar por mucho que intentara, al igual que aquellas escamas que cubrían ciertas partes de su cuerpo, como brazos, cuello y rostro.

- ¡eso dolió, bakubro! - exclamó entre quejidos, sosteniendo su roja en hinchada nariz

- eso te pasa por mal agradecido - dijo, dándole un gran mordisco a una manzana

- no seas así, sabes que me gusta la fruta, es rica, jugosa y dulce, pero hoy quería carne - y se cruzó de brazos, haciendo un puchero a la espera de su tan ansiado alimento, pero sólo se gano otro frutazo directo en el rostro que lo dejó momentáneamente fuera de juego

- pues vete a cazar un jabalí o algo, no me fastidies - y en el segundo siguiente, tanto el rubio como el pelirrojo se pusieron en alerta, Kirishima por sus habilidades cognitivas superiores y Katsuki por la postura de ataque de su compañero

- huele a sangre - dijo el híbrido, apretando los dientes

- en qué sentido?

- alguien está herido

- podría ser un truco

- no, no lo es - inhaló un poco más profundo, sus ojos se abrieron y se levantó bruscamente, sorprendiendo al otro joven

- ¿Qué carajos contigo?

- conozco ese olor

- ¿de qué- - su pregunta fue interrumpida cuando el pelirrojo salió corriendo sin previo aviso - ¡oye! - y sin más, lo siguió

No le tomó mucho alcanzarlo, pero éste no le daba el más mínimo de atención, aunque hubo algo que atrajo la suya, y es que había una presencia que se hacía cada vez más fuerte, y más pesada

Bakutoko/Tokobaku WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora