Flor de manzano: tentación.
*
La primera vez que tosió flores fue después de la primera tormenta.
No le dió importancia, en su forma de serpiente mientras reptaba entre las ramas del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal había comido unas cuantas flores por error, pensó que se trataba de algunas que habían quedado atrapadas en su garganta... fuera como fuera que eso funcionara. Era doloroso a veces, los primeros días tosió muchas flores de manzano llenas de sangre, se dió cuenta cómo incluso algunas comenzaban a crecer en su pecho, cuando trataba de arrancarlas estas dejaban pequeñas cicatrices rojas. Con el tiempo parecía que las flores disminuían, a veces pasaban años sin toser una sola flor para luego regresar con un ataque de tos casi insoportable.
No se dió cuenta que no era tan normal hasta unos siglos después.
Se había encontrado con Azirafel por casualidad en un Dotán en Canaán aproximadamente a finales del 1400 a.C, él no sabía bien porque había sido enviado, solo le dijeron que siguiera una caravana a Egipto y recibiría instrucciones, Azirafel tenía algo que hacer con los sueños proféticos de alguien o algo así. Se habían encontrado por casualidad con un hombre que tosia flores en medio de la plaza que los distrajo a ambos de su trabajo por un momento, parte de su cuerpo ya estaba cubierto de ellas y parecía muy debilitado.
- Oh... pobre hombre - escuchó decir a Azirafel en algún momento - debe ser la enfermedad del amor.
- ¿El qué? - Crawley se sorprendió al escucharlo, en el pasado quizás se había encontrado con uno o dos humanos que también vomitaban flores, pero no le había dado importancia, nunca había visto un caso tan avanzado.
- Es una enfermedad... fue parte del castigo del Todopoderoso después que fueran expulsados del Jardín - explicó - no estoy muy seguro... pero Gabriel dijo que se trataba de... flores que crecían en sus pulmones y corazón por el dolor del amor no correspondido, dijo que era una forma en la que el Todopoderoso impulsaba a los humanos para... para ser valientes y acercarse a la persona que aman. Cuando lo hacen, las flores en su interior se secan y dejan de sufrir.
- ¿Qué sucede si no se confieran?
- Bueno...
- ¿Aja?
- Fa-fallecen.
- ¿¡Qué!? ¡No pueden dejar morir humanos así!
- Es la voluntad del Todopoderoso, no puedes... no puedo cuestionar lo que hace. Estoy seguro que... es lo mejor para ellos.
- Oh sí... morir ahogado por flores que crecen en tu interior y se abren paso perforando lentamente tu interior solo porque no tienes el valor de confesar tu amor a una persona que seguramente va a rechazarte, tiene mucho sentido, Ángel.
- ¿Por qué no sería correspondido?
- Porque... porque no debe ser tan fácil... Los humanos son complicados ¿si? Ellos... ellos no... lo harían.
La conversación no continuo. No recordaba del todo bien porque, quizás fue porque la caravana había comprado un esclavo y Crawley tenía que continuar su camino. Luego se habían separado por un tiempo hasta que se encontraron de nuevo en Egipto pocos años más tarde. Para ese entonces ya habían olvidado el tema de las flores.
*
Algo que muy pocos humanos podían llegar a saber del Hanahaki era que este podría disminuir (más no ser curado) por pasar tiempo junto a esa persona y no sentirse rechazado. Cualquier sentimiento de rechazo empeoraba los síntomas rápidamente e incluso podían llegar a matar a la persona rápidamente, las flores crecían con el sentimiento de rechazo, comenzaban a marchitarse cuando el afectado se sentía correspondido. Era simple, ojalá los sentimientos fueran igual de simples.
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Red Carnation
FanfictionJunto con la expulsión del Edén, apareció una nueva y extraña enfermedad que afectaba a humanos, ángeles y demonios por igual. El demonio Crowley padece la enfermedad de Hanahaki desde el Edén, pero la había mantenido bajo control durante todos eso...