Lirios azules: buenas noticias. Amor tierno.
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En las últimas semanas, no pudo evitar notar que había tres cosas que una persona normal pensaba de Muriel cuando le conocía: que era de América, que era inteligente y que era más feliz que un árbol lleno de monos con óxido de nitrógeno*. Claro, solo una de esas cosas era falsa. Por más violentos, ignorantes y sinsentido fuera el razonamiento de la mayoría de ángeles, el cielo no estaba en Estados Unidos... y el infierno tampoco, fuera lo que fuera que muchos dijeran.
No podía negar que Muriel era inteligente aunque inocente. En pocas semanas logró adaptarse muy bien a muchas cosas de la tierra. Su gusto musical estaba atrasado solo un par de décadas y no siglos como el de Azirafel... bueno, casi siempre, pues tanto como en el reproductor (que Crowley le prestó cuando Muriel sintió curiosidad por escuchar una canción que apareció en un libro y que no podía reproducirse en el viejo aparato de Azirafel) podía escucharse música de ABBA o Queen (influencia del Bentley) en la tienda, otros días era el soundtrack de alguna película infantil que seguramente había visto con Nina (o que Nina había dejado en la televisión para entretener a Muriel), pop coreano o Taylor Swift (que no tenía idea de dónde lo había escuchado)... simplemente parecía gustarle la música feliz sin importar que fuera. Un domingo por la mañana descubrió que ahora había dos ángeles que podían bailar (aunque... quizás debería llamarlo "balanceo con ritmo" y no "bailar" a lo que hacía Muriel, que se movía de un lago al otro en el mismo lugar mientras movía la cabeza al ritmo de la canción).
Sin embargo, el sentido común era algo de lo que ángeles y demonios naturalmente carecían. Crowley creía que era algo que aprendías en la tierra después de llevar tanto tiempo conviviendo con los humanos... y ni aún así. Admitía que ni siquiera los propios humanos tenían mucho sentido común a veces. Había llegado a creer que lo que los seres humanos llamaban sentido común era parte de la irracionalidad con la que los humanos veían su mundo y simplemente aplicaban reglas que no estaban escritas pero que tenías que aprender para adaptarte al mundo, Crowley podía aceptarlo... para Azirafel y Muriel era un poco más complicado.
Los humanos eran complejos, no solo debías comprender sus palabras de forma literal sino también interpretar el contexto, interpretar el tono o los gestos cuando hablaban. Había perdido algo de tiempo enseñando esas cosas a Shax cuando ella tomó su trabajo. Desde hace algunas semanas se había enfocado en tratar de enseñar a Muriel algunas cosas para que no le engañaran tan fácilmente en la tierra, lo básico para sobrevivir en la tierra, Nina también solía defender a Muriel de otros humanos cuando le veía en "peligro"(1), era como un niño pequeño, uno que no sabía absolutamente nada del mundo. Por supuesto que no había enseñado al escribano como se supone que debía actuar si veía al ángel que se supone ahora era su jefe frente a la librería.
- ¡Señor Azirafel! ¡Que bueno que bajó a la tierra! - saludo Muriel muy emocionado, acercándose para enseñar los dibujos que había hecho. Crowley volvió a pensar en Warlock, las veces que hacía un dibujo con él y luego corría para mostrarlo al Hermano Francis en el jardín. Para Muriel era algo así, veía a personas que conocía y no sabía leer el ambiente a su alrededor - ¡Mire! El señor Crowley me llevó al parque y había muchos patos y algunas palomas, también había cuervos y gansos.
- Sí... son... muy bonitos... - felicitó Azirafel distraído.
- ¿Por que no vas al café de enfrente, Escribano? - casi ordenó Crowley, acercándose a Azirafel, alejando a Muriel de él - ¿por qué no... le pides algo de tomar a Nina? tengo... cosas que hablar con el Arcángel Supremo. Solo nosotros dos.
- Oh! ¡Ok!
- Crowley...
- Hablemos adentro, Azirafel.
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Red Carnation
FanficJunto con la expulsión del Edén, apareció una nueva y extraña enfermedad que afectaba a humanos, ángeles y demonios por igual. El demonio Crowley padece la enfermedad de Hanahaki desde el Edén, pero la había mantenido bajo control durante todos eso...