Capítulo 6.

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Gaara y Lee salieron de la habitación para dirigirse al jardín en donde todos los concubinos se reunían, todos saludaban a Lee con admiración y Gaara se preguntaba el porqué.

-¿Los conoces a todos Lee?

-No, pero todos me conocen a mi, fui el primero en estar con la reina, seré famoso por algunos días.

-Vaya, quien lo diría.

Gaara se sentó en uno de los bancos y deseo traer algún libro para leer, pero al no hacerlo mejor se dedicó a ver a las personas.

Lee se sentó a su lado con una sonrisa.

-Ves, te dije que era un lindo día.

-Lo es.

Gaara suspiró con tranquilidad pero su paz fue interrumpida cuando vió a sus agresores sentados juntos jugando cartas.

-M-Mejor me voy.

-¿Que?

-Quiero irme a mi habitación Lee.

-Pero si hace un momento te agradaba estar afuera ¿que sucedio?

Gaara agachó la cabeza y movió sus rodillas con ansiedad.

-Son ellos, esos cuatro de ahí.

Lee miró en la dirección que le indicó Gaara y vió a cuatro hombres unos poco años mayor que él jugando cartas y riendo.

Lee sonrió al verlos y no les quitó la mirada de encima, quería memorizar sus rostros.

-No te tienes que ir Gaara, aquí no te harán nada.

-Pero...

-Tranquilo, yo estoy aquí.

Gaara suspiró cansado y haló sus dedos nervioso.

-¡Aquí están!

Kiba apareció frente a ellos con su habitual sonrisa.

-Oh Hola Kiba. -dijo Lee.

-Hola Kiba. -dijo Gaara.

-Buenos días, fui a buscarlos a su habitación para que recordarán su cita con el modista.

-¿Que cita? -preguntó Lee.

-Ayer les entregué sus horarios, de las cosas que harían esta semana ¿lo leyeron?

-Ah eso... no, no lo leí.

-Ni yo. -dijo Gaara.

Kiba rodó los ojos.

-Agh, como sea, vengan, les harán sus kimonos para la ceremonia.

-¿Que ceremonia?

-¡Lean sus horarios!

Kiba comenzó a caminar y Gaara y Lee lo seguían. Kiba se paseaba con destreza entre los hombres hasta que uno de ellos se tomó el atrevimiento de acariciar su trasero haciendo que Kiba se detuviera, y Gaara y Lee también.

-¿Cual fue? -dijo Kiba de forma tranquila.

-¿Que pasa sirviente? ¿Te pondrás a llorar?

-¿Fuiste tu? -le dijo a un chico parado firmemente frente a él.

-Sí ¿y que con eso? Zorra.

-Mmmm, nada, solo quería saber cuales fueron las grandes manos que me tocaron, uff aún es temprano para estar provocando.

-Ah, te gusto verdad.

-Siii, déjame ver con que mano fue.

El chico le mostró su mano y Kiba la tomó entre las suyas y la acarició suavemente.

-Son muy suaves, es realmente un desperdicio.

Kiba sostuvo su mano con la mano izquierda y con la derecha sacó un kunai de entre sus pantalones, y en un rápido movimiento atravesó el centro de la mano del chico con el kunai y lo movió hacia abajo para hacerle una herida más grande.

-¡AAAAAAHHHH!

Kiba lo soltó y limpió su kunai con un pañuelo.

-¡El próximo que se atreva a tocarme le cortaré el cuello! ¡¿entendido?!

Gaara miró impresionado a Kiba y creyó que el también debería tener algún arma consigo todo el tiempo.

-¿Nos vamos? -dijo Kiba de forma tranquila como sino hubiera hecho nada.

-¡Oh eso estuvo genial!

Lee fue felicitandolo todo el camino hacia el modista y los tres recordaban la escena de hace un momento en sus diferentes perspectivas.

Cuando llegaron un hombre de unos treinta años muy guapo los recibió a los tres.

-Jin, ellos son mis señores, Gaara y Lee, vinieron a tomar sus medidas.

-Oh por supuesto, vengan por... aquí.

Jin miró fijamente a Gaara y sonrió maravillado por su belleza, Lee lo notó y se interpuso en medio de ambos.

-Yo primero, saqueme las medidas.

-Oh si, párate aquí.

Jin comenzó a trabajar pero sin dejar de mirar a Gaara de ves en cuando.

Gaara también lo notó al igual que Kiba, pero en ves de sentirse incómodos con eso el gesto tímido y sonrojado de Jin les causaba ternura.

-Listo, en que colores los va a querer.

-Mmm, verde y azul.

-Por supuesto.

Jin registró sus medidas mientras Gaara se acercaba para su turno.

Jin actuaba torpe y no decía nada, solo le sonreía de ves en cuando y lo hacía más lento de lo normal.

A Lee parecía desesperarle y fastidiarle que Gaara no se sintiera incómodo, se veía tranquilo, tan tranquilo como lo estaba ayer mientras lo bañaba, y no quería que se sintiera tan a gusto con nadie más que no fuese el.

-Disculpen, saldré un momento. -Dijo Lee.

En cuanto estuvo afuera respiró profundamente y rodó los ojos mientras hacía un ruido desesperado con los pies.

Esperaba que Gaara no se tardara tanto.

Por otro lado Kiba se había alejado para ver las telas por lo que Jin aprovechó para hablarle a Gaara.

-Y-Yo, se que eres nuevo aquí ¿como la has pasado?

-Bien.

-Que bueno y... cuéntame ¿la reina te ha solicitado ya?

-No, aun no, solo a Lee.

-Oh, ammm ¿y...?

-¿Hemos terminado ya?

-Oh, si, disculpa ¿en que colores lo quieres?

-Rojo y Negro.

-De acuerdo, eso es todo por hoy.

Gaara se giró hacia Kiba pero antes de que pueda llamar a Kiba y decirle que acabó Jin lo interrumpe.

-¿Vendrás a la fogata de esta noche?

-No lo sé.

-Si lo haces ¿te gustaría sentarte conmigo y conversar?

-Agh.

-Piensalo, por favor.

-No creo que vaya, y aunque fuera porque querría...

-Esta bien, ya entendí, disculpeme, no quería molestarlo.

Jin se despidió y salió rápidamente dejándolos a ellos ahí.

Concubinos ~GaaLee~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora