Concubinos ~GaaLee~

Capítulo 8.

-¡¿Estas bien?! Estaba tan preocupado. -dijo Gaara.

Lee le sonrió y lo apretó más contra su pecho.

-Tranquilo, estoy bien, ellos no volverán a molestar.

-Ah, que bueno.

Gaara se recostó en su pecho y lo abrazó con fuerza.

-¿Estabas preocupado por mi?

Gaara levantó el rostro para mirarlo.

-Por supuesto ¿Estas bien? no estas herido ¿verdad?

-No, fue solo una pelea y ellos son simples civiles, soy un ninja, no eran rivales para mi.

-¿Los mataste?

-No, no, aún respiran... Creo.

Gaara sonrió y lo abrazó otra ves, Lee sonrió feliz y lo tomó de la cintura para profundizar más el abrazo.

-Eres tan lindo Gaara, me gustas, me gustas mucho.

Gaara se alejó de él y trató de ocultar su sonrojó con sus manos.

-¿De verdad?

-Siii.

Lee se acercó para besarlo pero se detuvo a pocos centímetros de su boca.

-¿Que sucede Lee? -dijo Gaara quien estaba esperando que lo hiciera.

-¿Quieres que lo haga? ¿quieres que te bese?

Gaara lo miró sorprendido y asintió.

-Yo... sí.

Lee sonrió y terminó con la distancia que los separaba, tomó su barbilla y lo besó dulcemente, su corazón parecía querer estallar de la emoción.

Gaara se separó de el y lo miró a los ojos.

-Me... Me... yo... ammm.

-¿Que sucede Gaara?

-Yo también...siento algo por ti pero...

-Esta bien, no tienes que hacer o sentir nada más.

Lee se alejó y comenzó a limpiar. Gaara se maldijo mentalmente por ser tan cobarde de no decir o hacer lo que quería, volver a abrazar a Lee y decirle que le gusta mucho.

-Pero... que se supone que siga ahora ¿comenzar a salir?

-Lo que quieras Gaara, solo quiero que sepas que no te obligaré a nada, iremos al ritmo que quieras, incluso sino quieres nada me alejaré tranquilo.

-Esta bien.

Gaara se sentó en su cama mientras veía a Lee ordenar todo.

-¿Necesitas ayuda?

-No, yo puedo solo.

Cuando Lee terminó se sentó junto a Gaara.

-¿Te puedo besar otra ves? Por favor.

Lee puso mirada de cachorro lo que hizo que Gaara sonriera al pensar que hace unos momentos estaba aterrado y ahora es totalmente distinto.

-Ah, claro, aunque me disculpo si lo hago mal, nunca había besado a nadie.

-¿Nunca? ¿y que pasó con esos tipos? ¿no te besaron?

-No, por suerte.

Lee le acarició la mejilla para reconfortarlo y se acercó a él con intenciones de besarlo, pero Gaara se alejó.

-Tu también lo hubieras hecho ¿no es así?

-¿Que cosa Gaara?

-Tocarme sin mi permiso, si hubieras sido mala persona también lo hubieras hecho, por que también me deseas ¿O no?

-No, no lo haría, sé que está mal, pero admito que si me gustas, aunque no te tocaré sino me das permiso de hacerlo e incluso si nunca lo haces no me alejaré de ti, porque no es eso lo que busco.

-¿Y que buscas?

-Tu amor. Quiero conocerte más y llegar a amarte con todas mis fuerzas, pero sobre todo que tú me ames también.

Gaara le sonrió y lo besó rápidamente, luego se cubrió la cara avergonzado.

Lee quitó las manos de su rostro y tomó su barbilla para acercarlo a sí mismo y besarlo.

Ambos se recostaron en la cama sin dejar de besarse y luego se abrazaron hasta quedarse dormidos.

(...)

Al día siguiente Kiba había llegado temprano en la mañana y los había encontrado durmiendo juntos en una misma cama, se detuvo a mirarlos con ternura pero luego comenzó a hacer ruido para despertarlos.

-¡Hey! ¡Tengo cosas que hacer! ¡DESPIERTEN!

Gaara se despertó espantado por los gritos mientras que Lee solo se giró y continuó durmiendo.

-¿Que pasa Kiba?

-¿Que pasa? ¡¿Que pasa?! Señor Gaara, usted fue elegido por su majestad la reina para pasar la noche con ella.

-¿QUE? ¡¿YO?!

-Si, así que teníamos que mandarle a hacer un kimono blanco a tu medida pero Jin, el costurero, amaneció todo golpeado y apenas y se puede sentar, así que tendrás que usar ropa normal, la mejor que tengas.

-¿Yo?

-Si, tu ¡LEVANTATE!

Gaara se levantó y caminó hasta el baño para alistarse. Mientras que Kiba removia a Lee para que despertara.

-Ya, ya, me voy a levantar Gaara.

-No soy Gaara, soy Kiba, tengo que encargarme de Gaara hoy porque la reina lo solicitó, así que estas solo hoy, solo dime si quiere el desayuno ahora.

-¿La reina lo solicitó? ¿Gaara se acostará con la reina?

-Si, es el cuarto, también es un privilegio estar en el top 5.

Lee guardó silencio y se volvió a acostar, pero Kiba notó como sus cejas se juntaban en un gesto molesto.

Gaara salió del baño y se fue con Kiba a afeitarse, aún si le dijo que llevarlo seria inútil, igual los siervos de la reina tenían que confirmar que estuviera perfecto para ella, arreglar sus uñas, su pelo, que su aliento fuera perfecto.

Varias horas después Gaara estaba agotado, no entendía porque tantos arreglos, es cierto que lo vería desnudo pero no creía que la reina fuera tan meticulosa.

El día transcurrió rápido y ya Gaara estaba listo para irse, Lee lo miraba desde su cama con el ceño fruncido pero sin atreverse a decir nada, no quería que Gaara fuera pero no era nadie para evitarlo.

-¿Como me veo Lee? -preguntó Gaara girandose hacia el de forma inconsciente.

Lee lo miró y cambió su gesto molesto por una sonrisa.

-Perfecto. Te ves hermoso.

Gaara se sonrojó y miró hacia otro lado.

-G-Gracias.

-¿Listo? -dijo Kiba.

-Listo.

Kiba fue el primero en salir, Gaara lo siguió pero antes de cruzar la puerta Lee lo tomó de la mano.

-Buena suerte pequeño, no estés nervioso.

-Lee... Eres... tan...

Gaara regresó unos pasos hacia él y le robó un pequeño beso en los labios.

-¿Soy tan que?

-Como una pastilla, tal ves un calmante o un antidepresivo, no sé, solo sé que me das tranquilidad.

Lee sonrió y acarició su mejilla.

-Ustedes dos ¿Quieren ya despedirse? Gaara volverá en unas horas.

Gaara le sonrió y salió de la habitación para luego irse.