Capítulo 11

76 11 6
                                    

En el domingo, toda la familia se reunió en la casa de Prudencia y Luis. Este día, Marina apareció apenas para la comida familiar, lo que ayudó a Rodolfo a mejorar el malhumor que tenía por saber que debería estar de reposo por días. También los tres hijos querían estar más cerca, después de todo lo que pasó, él estaba hospedado en la casa de su hija mayor.

Mariana buscó una bebida de color roja y salió en busca del hombre que estaba cerca de las escaleras mirando algo en su celular. Ella tenía los ojos rojos porqué casi no durmió en la noche, por la pesadilla terrible que tuvo César y los gritos angustiados que daba. Al día siguiente no hablaron nada del tema, ella pudo sentir la pena en sus ojos y obviamente no presionó a decir lo que no quería.

- Te traje este Brandi. - Sonrió tendiéndole la copa.

- ¿Ya te dije que eres la mejor hermana del mundo?

- No que yo me acuerdo...

- Qué va... Eres la mejor. - Brindaron. - ¿Y cómo estás con Lazcano?

- ¡Muy bien! - Sonrió.

- Él parece estar realmente enamorado. - Afirmó y sus miradas fueron en dirección a César que hablaba con Marina sentados en el sofá. - Y tú también.

- Lo estoy. - Asintió sonrojándose y justo por eso, no era una mentira. - Creo que por primera vez me enamoré de alguién.

- Que curiosa es la vida... Casi te mueres cuando terminaste con tu ex. - Tomó un poco de la bebida y Mariana lo acompañó. - Recuerdas que Prudencia y yo tuvimos que llevarte a un viaje para que pudieras olvidar lo que pasó?

- Eres un idiota, Sergio. - Golpeó suavemente su hombro. - César es diferente... Él me cuida, está siempre pendiente de mí y de mis cosas, a parte tiene mucha paciencia conmigo.

- Él ya tiene muchos puntos conmigo solamente por aguantar tu rebeldía. - Bromeó. - Pero hablando enserio, me cae bien y solamente quiero reiterar porqué ya le dije todo lo que pensaba sobre él.

- Cómo si yo necesitase tu aprobación para algo.

Se quedaron unos cuantos minutos en silencio y en este tiempo, Sergio no dejaba de teclear algo en su celular. Mariana se acercó más para ver con quién hablaba y vio a un nombre en el Whatsapp.

- Cuando nos va presentar a Irene? - Provocó la rubia.

- Eres una intrometida, Mariana! - Guardó el celular en el bolsillo. - No es asunto tuyo.

- Ustedes dos... - Prudencia se acercó notando la sonrisa burlona de su hermana y el enojo en la cara de Sergio. - Qué pasa ahora?

- Sergio tiene una novia y no nos iba a decir, Prude.

- No es cierto, Irene no es mi novia, es mi amiga. - Explicó.

- Irene Ferrer? - Frunció el ceño. - Ay no puedo creerlo, por eso estabas revisando mis papeles en la oficina, verdad? Quería su teléfono.

- Ya... Me pueden explicar? Quién es esa mujer? - Mariana miraba a los dos confundida.

- Es la dueña de una fábrica de aceites y ahora está forneciendo sus productos al restaurante del hotel. - Sergio dijo buscando salir del tema. - Contentas, par de chismosas?

- Ay hermanito y si tienes algo con Irene, qué? Vamos, que papá está una fiera, ya quiere almorzar. - Prudencia lo tomó del brazo y su hermana del otro, juntos iban al comedor. - Ferrer, me cae bien, estoy segura que ustedes se llevaran de maravilla.

- Quiero conocerla, Sergito. - Mariana apretó su cachete en una provocación. - Papá estará feliz de saber que por fin su hijo favorito se va matrimoniar y le dará un nieto varón.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 30, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Acompañante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora