❝Hay música de fondo, te estoy mirando. Eres como una bonita melodía.❞
No hay nada tan intenso y caótico como amar por primera vez. Puede ser torpe, loco, inmaduro, pero también es libre, puro y sincero.
Ryuwon ha estado enamorada de Taehyun desde l...
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Verano de 2016, primer año de secundaria.
El sonido de las cigarras y la humedad en plena mañana daba la bienvenida esos días a la temporada de verano.
Moviéndose de aquí a allá, ocupándose en su club, clases y exámenes, también tuvo un poco de tiempo para salir a comer y jugar. La vida seguía su curso de manera tranquila y Ryuwon no tenía ninguna queja de eso. Lo que la tenía inquieta en algunas ocasiones era las inmensas ganas de saber qué hacía Kang Taehyun. Sabía que el chico al ser de tercer año estaría pegado a los libros y de seguro a una academia, pero mientras lo veía en los recesos, se preguntaba qué bromas hacían en su mesa que su risa resaltaba entre la de sus amigos. Lo miraba desde lejos tratando de ser prudente en lo posible, dividiendo la atención de su cerebro entre lo que decía Minkyung y mirarlo a él. Al final terminaba dándose una reprimenda interna por hacerlo tanto tiempo.
No quería verse como una acosadora, menos cuando el chico apenas le había dado el espacio de entrar entre sus conocidos. «Conocidos», porque la notaba estando cerca, alzaba su mano en un corto saludo y una vez que coincidieron en esperar a sus propios amigos a la puerta del auditorio tuvieron otra charla.
Una conversación normal entre un sunbae con su hoobae, donde los dos eran demasiado tímidos como para estar solos en un lugar más de un minuto y no decir nada. Entonces durante más de una ocasión hablaban durante quince a veinte minutos de cosas al azar. Gustos musicales, familia, hobbies, y por último, aspiraciones y sueños. No sabía cómo conectaban esos temas pero al final terminaban con una charla agradable y cómodos uno con el otro.
Bueno, menos la segunda vez cuando le preguntó por Cho Yeonjoo y se puso tan serio que tuvo que cambiar el rumbo en un parpadeo.
«Aspiraciones y sueños», esa fue la última conversación, la más profunda y la que dejó a Ryuwon con muchas dudas.
Taehyun contaba que quería tener buenos resultados en la prueba estandarizada para poder ir a la Universidad a estudiar biotecnología. Se había obsesionado con los seres vivos desde que asistió a una exhibición de anatomía animal y humana en su primer año y se había convertido en su meta después de la escuela.
—¿Entonces te gustan los animales? —preguntó ella, jugando con una roca bajo sus zapatos.
—Eso suena como si me gustaría ser veterinario, pero sí algo así —dijo con una sonrisa divertida.
—Biología y tecnología. Con la combinación parece que la carrera fuera difícil.
Él soltó una risa corta. Se veía tierna tratando de comentar algo coherente sobre el tema.
—Hablemos de algo en común. Dijiste que sabías tocar la guitarra.
Ryuwon se ruborizó de la pena que recordara eso.
—Te aseguro que no tan bien como tú.
—¿Me has visto tocar? ¿Cuándo? —cuestionó confundido.
