✔𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟒|𝑭𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒍𝒂𝒔𝒆𝒔

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-¿Y si paso las vacaciones en tu casa? -pregunté rompiendo el silencio en el que nos habíamos sumergido-. Así conocería a tus padres y podríamos pasar más tiempo juntos. -Levante la mirada encontrándome con los brillantes ojos grises de Draco.

El ruido de las ramas de los árboles siendo golpeadas por el viento daban un aire de relajación al hambiente, sin embargo, ví desde su regazo como tensada la mandibula y me miraba con intensidad.

-¿Quieres pasar las fiestas con mi familia, pequeña? -devuelve la pregunta mientras acaricia mi cabello, aún con una expresión seria en su rostro.

Sabía que hacer esa pregunta podría volver en hambiente tenso en cuestión de milésimas: porque aunque él no me lo hubiera dicho, sé que su casa no es el mejor lugar en estos momentos, y lo sé por la manera en que su espalda se pone totalmente recta cuando lee una carta de su padre, o la forma en la que sus pupilas se contraen cada que hablan de los mortifagos, o su repentino sudor y movimiento incesante en su pierna derecha cuando le preguntan algo de su familia, o del mismo Voldemort.

-O puedes venir a casa conmigo y mi padre, lo que prefieras -propuse cambiando mi pregunta inicial.

-Esa idea me gusta más. -Sonríe a la vez que sus facciones se relajan- ¿Ya has pensado en que haremos? -pregunta acercando su rostro al mío, deteniéndose a milimetros de mis labios.

-Tengo algunas ideas. -Mordí mi labio inferior alternando mi mirada entre sus ojos y labios.

-Siempre tan organizada, mi pequeña. -Besa fugazmente la punta de mi nariz para luego enderezar su espalda y volver a posar su vista en el libro que estaba leyendo.

Inconforme con el beso que me dió, levante mi cabeza de sus piernas sentándome en el césped y bajé el libro frente a su rostro permitiendo acercarme. Rocé nuestras narices para después besarlo con suavidad disfrutando de cada movimiento de nuestros labios.

-Así esta mejor -hablé terminando el beso con una sonrisa boba-. Nos vemos mañana en el desayuno, hurón; le prometí a Zaza y Mikhail que nos veríamos antes de la hora limite.

Draco solo asintió mientras me veía con una sonrisa en los labios y sus ojos detallando cada pequeña parte de mi rostro. Admirandome.

Tengo un buen presentimiento de que lo que necesita es alejarse un poco de su caos familiar, entretener su mente en otra cosa. Y tal vez, al final me exprese abiertamente sus angustias y la relación de su familia con los mortifagos; muchos, por no decir todos, dicen que su padre es mortifago, por ende su familia, pero no quiero adelantarme o hacer suposiciones, prefiero que sea él el que me lo diga.

 Y tal vez, al final me exprese abiertamente sus angustias y la relación de su familia con los mortifagos; muchos, por no decir todos, dicen que su padre es mortifago, por ende su familia, pero no quiero adelantarme o hacer suposiciones, prefiero ...

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Caminé por el pasillo del tren buscando algún compartimento vacío o alguno de mis amigos para compartir uno, pero la tarea se me esta haciendo más difícil de lo que debería ser.

-¡Drinyam! -grité al ver al pelinegro a unos metros de mí.

Al voltearse, su ceño fruncido paso a una sonrisa de oreja a oreja al ver que era yo, nos acercamos a paso rápido para fundirnos en un fuerte abrazo.

𝐌𝐢 𝐩𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧̃𝐚 𝐃𝐢𝐠𝐠𝐨𝐫𝐲 𝐈𝐈| 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora