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Minji tomó una calada del vape y lo soltó por la nariz, estaba aprendiendo a hacerlo por lo que por ser la primera vez se terminó ahogando.

Minji comenzó a toser mientras reía, no podía ser más idiota. De repente su teléfono comenzó a vibrar, era un mensaje.

My Hae 💗

Minji, ¿A qué hora saldrás con la chica? ✓✓

A las 5 pm, por cierto, se dice "hola minji". ✓✓

Sabes que hora es? ✓✓

Minji saltó de su cama al leer el mensaje de Haerin, iba a salir con Hanni a las 5 pm y eran las 4:38.

Minji como pudo se metió a bañar rápidamente, tomó la primera ropa que vió en su closet y se vistió a la velocidad de la luz, primera vez que sale con la chica y llegaba tarde. Minji no es Minji si no llega tarde a todo.

—♥—

Hanni caminaba de lado a lado en su habitación, su mamá estaba abajo en la cocina, no sabía que hacer, no sabía cómo salir con Minji sin que su mamá se diera cuenta que se iba a escapar esta tarde, no es la primera vez que lo hace, pero quiere que sea la primera vez que salga y su mamá no la atrape.

Una piedra tocó la ventana de Hanni, haciendo que esta dejara de caminar, frenó en seco para escuchar como otra piedra tocó su ventana de nuevo.

Hanni decidió asomarse por la ventana para ver que era el ruido que la molestaba, al ver hacia abajo se encontró con una Minji sonriendo de oreja a oreja, haciendo señas para que bajara.

— Rapunzel, deja caer tu cabello~ — bromeó Minji, haciendo que Hanni riera mientras subía la ventana.

— ¿Cómo hiciste para pasar sin que los guardias te bloquearan el paso? — Hanni miraba a Minji confusa.

— En realidad no pasé por la entrada, utilicé un pequeño atajo— Minji se rascaba la nuca, riendo un poco al recordar lo que acababa de hacer.

Minji había pasado sobre una cerca que estaba detrás de la casa de Hanni, hizo lo posible para subirla y poder pasar, se sentía como un príncipe tratando de buscar a su princesa, quien esperaba encerrada en un castillo.

— Oh, bueno, ¿Ahora como bajo?— Hanni sacó su pierna para sentarse en el techo y bajar hasta el final, aún estaba un poco alto para saltar desde ahí.

— Ven, salta, yo te atajo.—

— ¿Estás loca, Minji? No creo saltar desde aquí.— Se quejó Hanni.

— Hanni, confía en mí, salta, yo te atajo, he hecho ejercicio, puedo soportar el peso.— Minji rodó los ojos.

— ¿Estás diciendo que soy pesada?—

— Hanni deja de joder y lánzate.— Minji ya no podía seguir escuchando como Hanni se quejaba como bebé.

Hanni se lanzó, y efectivamente Minji la atajó, no exactamente como Hanni pensaba, tal vez como carga de princesa, pero no, más bien Hanni tenía sus piernas alrededor de la cintura de Minji y sus brazos en el cuello de Minji, como si fuese un abrazo un tanto extraño.