VI - Fingiendo Amor

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Quizás si Louis se hubiera detenido a pensar en las consecuencias que se desencadenarían a raíz de su pequeña mentira, no tendría porque sentir esta incómoda sensación arraigada en el centro del pecho que le provoca no tener la certeza de lo que v...

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Quizás si Louis se hubiera detenido a pensar en las consecuencias que se desencadenarían a raíz de su pequeña mentira, no tendría porque sentir esta incómoda sensación arraigada en el centro del pecho que le provoca no tener la certeza de lo que vaya a pasar entre ellos ahora.

Es preocupante lo incierto de su futuro porque no desconoce la falta de temperamento de Harry como desearía y mucho menos esa peligrosa reputación de la que se enorgullece respecto a la facilidad con la que se mete en problemas, y nada de eso podría importarle más que regular el temblor en la punta de sus dedos ahora que finalmente se ha salido con la suya.

De no haberse salido con la suya, en primer lugar, Louis no estaría bajo la mira de aquel conocido por ser el más hijo de puta de todo el instituto, el mismo que va de problema en problema y que el ojiazul ha tenido la dicha de ver en detención más veces de las que alguna vez creyó.

De haber utilizado el nombre de otra persona, Styles no estaría caminando en su dirección justo como ahora mismo lo hace en zancadas firmes, inflando las fosas nasales con la furia destellando por cada poro de su rostro, reflejando el descontento en su mirada y los músculos tensos mientras aparta con furia a todo aquel que se interponga en su camino.

Una sonrisa traviesa amenaza con dibujarse en el rostro de Louis, pero la retiene tan pronto como Harry se detiene frente a él después de descargar una mínima parte de su molestia en un puñetazo directo al casillero a un lado de su rostro y por primera vez, Louis experimenta esta ligera alerta de peligro en la que entra su cuerpo cuando es capaz de sentir cómo su puño atraviesa el aire e incluso la abolladura que deja sobre el casillero.

«Al menos los rumores sobre su falta de temperamento eran ciertos». No se atreve a poner en duda su capacidad de molerlo a golpes si lo desea, traga con disimulo esforzándose por mantenerse indiferente y levanta el rostro buscando su mirada, es la primera vez que aquellos ojos verdes le miran y aunque están cargados de furia y frialdad, Louis se pellizca el muslo obligándose a si mismo a no apreciar cada detalle de su rostro.

—Tranquilízate, Styles. —aconseja con ligereza, fingiendo que desconoce las razones de su descontento y sus labios se fruncen en un bonito puchero tras ver sus hombros subir y bajar ante el enojo contenido. —No frunzas tanto las cejas o te saldrán arrugas, cariño.

—Me importa una mierda. — gruñe y Louis rueda los ojos,  mientras cruza ambos brazos frente a su pecho. —¿Se puede saber por qué mierda anda corriendo el rumor de que tú y yo somos pareja?

"Tú y yo"

Es imposible para Louis no preguntarse específicamente que le molesta.

«¿Te molesta estar en vuelto en un escándalo junto a mí o la idea de que seamos una pareja?»

Aprieta los labios cuando la pregunta amenaza con saltar de la punta de su lengua.

Es inevitable para el ojiazul retener por segunda vez una sonrisa victoriosa y aunque quisiera grabar hasta el último detalle del atractivo rostro de Harry incluso cuando está furioso, sabe que no puede permitirse el dominio de unas sensaciones de las que el rizado no tiene ni la más remota idea de que su sola presencia tiene influencia sobre Louis.

Desorden LiterarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora