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Yoongi estaba plácidamente dormido, su cuerpo estaba adosado a las piedras, dentro del gran árbol sequoia. Su blanca piel hecha de Agaricus bisporus, brillaba bajo el rocío matutino, pues por la noche una llovizna fina había marcado el final del verano.

Jin llevaba más de una hora tratando de encontrar cuál de todos los Hongos era la nariz de Yoongi para aventarle su polen. -¡Ajá!, es aquí maldito idiota-.

Después de pronunciar estas palabras, los seductores labios de corazón del rey de las flores, se unieron para soplar con furia todo el polen de sus pulmones, en el hongo blanco que en teoría debía ser la nariz "humana" de Yoongi.

De pronto, reinó el caos dentro del árbol. Una tos disneizante se hizo presente. Hongos de todo tipo salieron volando, al igual que una polvareta azul, que en realidad eran esporas, se mezclaron con el polen dorado, provocando que ambos dueños salieran despavoridos de aquel frondoso árbol.

-Eres un maldito idota, casi me matas, sabes que tu polen me pone mal- Dijo Yoongi ya en su forma "humana", mientras trataba de respirar el fresco de la mañana.

-Llevo tres horas tratando de despertarte. Respondió Jin, mientras entre tosidos, recuperaba su aliento. -La Madre Luna me mataría si te dejo dormir un día más, llevas un día de retraso.

Yoongi se sacudió del pelo azul, el polvo dorado que aún quedaba, se estiró contemplando los árboles a su alrededor. Tenía tanta flojera que se quedó viendo hacia la nada, pronto una fuerte nalgada lo sacó de su ensimismamiento.

-Oye idiota, me dolió. Dijo Yoongi en un bramido.

-Ponte la "ropa" idiota, replicó Jin. ¿Qué no sabes que los omegas y alfas humanos cada vez se acercan más al corazón del bosque?. Empiezan a ser un plaga y un peligro para nosotros.

Yoongi miraba a Jin algo desconcertado, mientras se sobaba la nalga roja. Tal vez sabría esos detalles, si no se quedará dormido en las reuniones de los elementales. De todas formas, ser el rey de los Hongos tenía sus ventajas, los humanos les tenían cierto respeto.

-Tengo hambre, vamos por un pasto...

Jin rodó los ojos, no había mucho que debatir, Yoongi... era Yoongi y tal vez tantas esporas alucinógenas ya le estaban haciendo daño.

Caminaron un rato, hasta encontrarse con el elemental del agua. Un hermoso hombre de nariz afilada, rostro perfecto y hermosos hoyuelos al reírse. Yoongi se río para sus adentros, mientras observaba como las flores al rededor se tornaban más grandes, no cabía duda, su mejor amigo, estaba enamorado de Hoseok, el rey del agua, aunque era de esperarse. A las flores les encanta el agua.

Yoongi empezó a comer pasto y tierra que crecía en la orilla del riachuelo. Después de despertar, un hambre voraz lo invadía.

-Aaaghhh-. Estaba tan lleno y sus amigos llevaban ya mucho rato hablando de tantas tonterías; tanto que, un sueño pesado lo invadía; pero sabía que Jin lo patearia si lo veía dormirse en ese momento. -¡Eso es!- pensó Yoongi para si mismo, dormiría mientras liberaba las esporas. -Qué bien, soy un genio- se repitió, mientras salía corriendo a internarse en el bosque.

Caminó un rato, lo suficiente como para que Jin tardará en encontrarlo. Se tumbó sobre el pasto fresco, colocó una roca bajo su cabeza. Se despojó de la ropa incómoda, pese a las advertencias de Jin.

Yoongi cerró los ojos, dispuesto a relajarse completamente para pensar en la Reina de los Hongos, Jisoo. Su pene, en forma de "phallus", comenzó a hacerse erecto y grande, con forme pensaba en sus senos con forma de cúpula roja, su falo iba creciendo más y más, hasta alcanzar unos 30 centímetros.

<<<Una Hongueada Historia Yoonmin>>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora