Parte 5

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Freya hizo todo lo que Marta le dijo que hiciera, puso todas las prendas que llevaba puestas en una bolsa plástica, excepto la ropa interior que no quiso quitarse más por pudor que por otra cosa, a pesar que estaba sola en la casa, le hizo un nudo a la bolsa y la puso en un rincón del vestíbulo, miro el interior de la casa con nostalgia, nunca había visto el lugar tan solo, siempre que venían de visita a la casa de su tía, venía en compañía de su mamá, papá y hermanos gemelos de ahora 8 años, las risas y los desastres nunca faltaban y a la tía no le molestaban, le encantaba que los gemelos hicieran desastres, ella los guardaba como recuerdo, ahí precisamente frente a ella estaba una escultura de aproximadamente cincuenta centímetros de alto que representaba a un cerdo gordo con cabello ralo, blanco y con orejas de burro hecho en mármol que compro en alguna exposición de arte en algún artista colombiano, Timi la había dejado caer desde una altura considerable y se le había roto una de las orejas, la tía la lucia con orgullo, y esa era solo una de las piezas que habían roto los gemelos, Freya rio al recordar ese día, fue para el cumpleaños de Zanni, el hijo de una ex pareja de Fátima, con la que ya había termina su relación años atrás, pero ella quería mucho al niño, así que siempre le festejaba el cumpleaños del muchacho en su casa.

Se dirigió hacia la habitación donde se quedaría, en efecto, todo estaba perfectamente organizado, entró al baño y se dio una ducha con agua fría, más para liberar su mente que por seguridad, salió sintiéndose más calmada y decidió enviar un mensaje.

---10:24 Freya ~ Mami, ya llegué a la casa, gracias por organizar todo, me di una ducha y ahora voy a dormir un rato, si pasa algo por favor, te pido por favor que me avises.

---10:25 Freya ~ te lo digo varias veces porque tienes por costumbre no avisarme las cosas importantes, bueno, voy a dormir un rato, si pasa algo urgente, por favor llámame. Te quiero, envía saludos a los abuelos y a los gemelos, ¡ya los extraño! La casa es muy silenciosa sin los gemelos rompiendo esculturas caras.

Despertó un poco desorientada, mareada y con hambre, reviso el celular y tenía 6 llamadas perdidas de Marta, lo cual la alarmó mucho porque su madre no solía llamar más de tres y esta vez había duplicado la acción, eso la puso en alerta y le espanto el sueño de inmediato, llamó de vuelta a su mamá la cual contestó casi de inmediato.

—¿Qué pasó? —pregunto Freya muy asustada, casi gritando.

—¿Por qué me gritas? —contestó Marta con una actitud más bien divertida —No ha pasado nada, solo llamé para decirte que Zanni se va a quedar en la casa contigo, Fátima y yo hablamos y parece que el niño tenía ya un tiempo de estar viviendo solo y el arriendo es bastante caro, así que es mejor que se quede contigo y así nos preocupamos menos por ambos.

—En primer lugar, ¿Por qué le sigues diciendo "niño"? No es un niño hace mucho y debiste avisarme antes ¿No crees? Yo me sé cuidar sola y no necesito que nadie venga.

—Me dijiste "avísame cualquier cosa" te llamé seis veces y no contestaste, el niño debe estar por llegar, mantén la distancia por lo menos las primeras setenta y dos horas, no lo abraces porque estaba en un ambiente diferente, él ya sabe lo que debe hacer.

—Marta ¿Tú te escuchas cuando hablas? ¿Por qué razón lógica yo lo abrazaría a él? Apenas si lo conozco —dijo Freya con aspereza y es que en realidad ella nunca había sido cercana a Zanni, muy a su pesar siempre había sentido celos del cariño que sentía su tía Fátima por el chico y tener que compartir la casa con él no le hacía ninguna gracia, lo positivo de todo es que la casa era lo suficientemente grande como para poder evitarlo si así lo quería.

—No seas grosera con él y mantén todo ordenado como lo deje, ten el celular con el volumen alto, van siendo las siete de la noche y no has comido nada porque desde las diez me dijiste que ibas a dormir, en la nevera te deje comida preparada, ahora que Zanni también va a ir déjale algo de comida, pobre, debe estar cansado —Freya resopló al otro lado de la línea —también acuérdate que mañana le debes dar clases virtuales al hijo de Sofía, así que no te quedes hasta tarde en el computador que ya te conozco.

Todo este tiempo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora