I'm not afraid of you | Tom Kaulitz | Tokio Hotel

chapter five

Eran las 12 am, estaba tan aburrido que lo primero que hice al despertarme fue molestar a Bill ya que se había despertado temprano para sacar entradas para ir a ver a Taylor Swift, ñaña, Taylor Taylor, era una muchacha hermosa la verdad pero no me gustaba su música. Yo era más hip hop, rock y rap.

Admito que soñé con Emma, soñé en lo que había pasado en esa fiesta. Me sentí tan miserable en hacer algo que ella no quería, porque con ella era diferente.

Después de esa escena la pase mal, la primera vez que una chica me rechaza en algo así. Pero bueno, había que seguir por más que ella no sienta lo mismo que yo hacia ella.

Escuché el ruido de la puerta, era Emma ya que era la única que seguía durmiendo y todos seguíamos en la sala.

-Hola chicos- Hablo bajando las escaleras, desafortunadamente yo estaba sentado en uno de los escalones fumando un Malboro.

Emma bajó las escaleras lentamente y cuando llego al escalón dónde me encontraba simplemente me ignoró, igualmente siempre lo hacía. No me sorprende.

-Hola hermosa- hablo Matheo, si, era su hermano pero moría de celos.

Ella se acercó a él y le dió un beso en la mejilla, hizo lo mismo con Emma y Bill.

Emma caminó hacia la cosina donde se encontraban Gustav y Georg, ella también los saludo y se dirigió al refrigerador.

Le di la última bocanada a mi cigarro y lo tire por un tacho de basura que estaba al frente y me quedé mirando a la nada.

En eso veo de reojo que se me acerca Bill.

-Ey Tom, disimula un poco, todos nos estamos dando cuenta como miras a Emma ¿Acaso te gusta?- pregunto mirándome.

Lo mire y negué con la cabeza. -No Bill, nadie me puede enamorar y menos una mocosa insolente- me levanté del escalón y subí las escaleras dejando a Bill con la palabra en la boca.

Caminé hacía mi habitación, abrí la puerta y entre. Me acosté en la cama mirando al techo pensando en Emma.

La verdad ya había encontrado mis sentimientos muy ocultos dentro de mi corazón frío, lo que me provocaba Emma era algo inexplicable, no se lo iba a decir por miedo al rechazo, se que ella siente lo mismo que yo pero no me va a dejar las cosas fáciles.

(...)

Emma Gómez

Tom se dirigió a su habitación, todos lo vimos. La verdad se que me estaba mirando, si tuviese la posibilidad de hacerlo sin odiarlo a la vez, lo haría, miraría a Tom por horas.

Pero trato de no pensar en el, no quiero pensar en que lo bese. En ese momento me sentí súper fácil, yo no soy así.

Anhelaba ese beso con Tom pero no sé lo que me pasó, si tuviese que repetirlo, lo haría una y mil veces.

Me senté en el sofá comiendo unas papitas fritas, pensaba en ir hacia la habitación de Tom para hablar las cosas. Así que fue lo que hice porque no me gusta guardarme las cosas.

Me levanté del sofá y deje las papas arriba de la mesa. Subí las escaleras hacia la habitación de Tom.

Ya sabía cual era así que no se me hizo difícil.

Toque la puerta a lo que el abrió -¿Emma? ¿Que haces aquí?- pregunto.
Me había percatado que tenía lágrimas en los ojos.

-¿Podemos hablar?- Tom asintió y se puso a un lado así pasaba a su cuarto.

Me senté en la cama de Tom y el hizo lo mismo.

-Bien, ¿Qué quieres hablar?- pregunto.

Tragué saliva fuertemente para no largarme a llorar ahí mismo -Sobre lo de ayer- dije.