chapter ten

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-Perdoname, perdóname, perdóname- La voz entrecortada de Tom era audible para todos.

El corrió hacia mí para abrazarme pero lo esquivé poniendo mi mano en su brazo.

-No me toques- Fueron mis palabras. Los ojos de Tom no tardaron en mojarse. Su mirada era oscura y su mandíbula se tenso.

-Emma, por favor-Hablo Georg de tras mio Gire a verlo enfurecida.

-Tu, no te metas- Dije para luego entrar completamente a la casa y dirigirme hacia la planta de arriba.

Recordaba todo lo que Tom había echo, todo lo que me había comprado y eso se lo agradezco pero no quería verlo, no hasta que mi inmadurez acabé.

(...)

Tom Kaulitz

Mi corazón se partió en dos en ese momento, vi su mirada y no tenía ese brillo que hacía iluminar esta casa, observé como subía las escaleras con rapidez, mis lágrimas salieron.

-Ven Tom, tranquilo, hermano- Dijo Bill frotando mi espalda en forma de consuelo. -Se le pasará- Volvió a decir.

-No, no volverá a ser ella- Hable girando a verlo. -La cague- Fueron mis últimas palabras para subir a la planta de arriba.

Claramente iria a ver a Emma, no podía seguir enojada conmigo. Bueno si pero podíamos arreglar las cosas.

Limpie mis lágrimas mientras caminaba por el pasillo. Al llegar hasta la puerta de Emma, di un suspiro largo, toque mi pecho y volví a limpiar mis lágrimas.

-Emma, por favor, abre- Dije tocando la puerta. Al no recibir alguna palabra de Emma, volví a tocar -Emma, por favor- Insistí.

Pasaron unos pocos minutos y yo seguí ahí, no me iría hasta darle una explicación. Toque repetitivas veces y no había señales de que estuviese.

Volví a tocar. Unos segundos recibí señal de Emma. Me levanté del suelo entusiasmado.

-Tom, puedes pasar- Mi sonrisa no tardó en aparecer y mis nervios no se fueron el ningún momento.

Sin pensarlo, tome la manija de la puerta y la gire lentamente. El ruido de la puerta abrirse me dió escalofríos.

Me acerque lentamente hacia ella que se encontraba recostada en su cama mirando la televisión. ¿Miraculous otra vez? Me pregunte.

-¿De que quieres hablar? No tenemos nada de que hablar- Dijo mirándome. Me senté en la parte de los pies de su cama, ella apagó la televisión y se sentó posando su espada en el respaldo.

-Tenes mucho de que hablar- Dije mirándola a los ojos. Me dolía que no tenga ese brillo que me enamoraba todos los días.

-Sabes que entre nosotros no pasó nada, esos besos quedan en el puto infierno y el golpe provocado por ti, no será perdonado- Mi corazón volvió a partirse y a doler. Ella no era esa Emma dulce que llegue a conocer.

-Emma, sabes que nos amamos, no se de qué maldita forma demostrarte que te amo en todos los sentidos. Quiero estar contigo y apoyarte en cada cosa- Ella solo rodeó los ojos y soltó una risa nasal.

-¿Nosotros?... ¿Juntos?- Río fingidamente -Jamas, Kaulitz- baje la mirada a sus brazos.

Espera ¿Eso es sangre? No lograba ver bien ya que tenía manga larga pero en si mano caía una gota roja.

Eleve mi vista ella con los ojos posesivos y mi mandíbula tensada -Mostrame los brazos- Emma trago fuertemente y su mandíbula se tenso -Ya- Ella nego varias veces tapando sus manos.

I'm not afraid of you | Tom Kaulitz | Tokio Hotel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora