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El estado de conmoción era total

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El estado de conmoción era total.

No solo los estudiantes se encontraban estupefactos por tal declaración, sino que también los profesores que se miraban los unos a los otros con incredulidad.

¿Aquello era realmente cierto?

Recogieron del suelo los papeles que habían sido lanzados, solo para notar que estos eran copias de un expediente de secundaria. Específicamente el del estudiante Yang Jungwon.

Pero lo que más captó la atención de todos fue que él estaba registrado como omega.

Los susurros y balbuceos comenzaron a correr como la chispa en la pólvora hasta que finalmente llegó al centro de la bomba que explotó cuando todos miraron instintivamente a Jungwon sin dejar de cuchichear entre ellos, como esperando a que diera alguna explicación.

El omega temblaba paralizado en su lugar, ni siquiera necesitaba mirarlos para sentir todas aquellas miradas clavarse como puñaladas sobre su figura. Sabía que lo estaban juzgando, y probablemente, odiando ahora mismo.

Apenas pudo reaccionar, corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron en su estado de conmoción hacia la salida del gimnasio, bajo la vista fija de todos que solo armaron un alboroto más grande cuando lo vieron irse de aquella manera.

Heeseung miró al pálido castaño como si quisiera matarlo con tal vistazo, sus orbes brillando de pura rabia e impotencia, pero se controló y corrió también hacia la salida para seguir a Jungwon.

──Pueden creerme o no, pero estos documentos son reales. ──Choi se regocijaba de lo que consideraba como su victoria sobre la persona que había osado enfrentarlo. ──Además, la forma en la que su presidente acaba de huir, solo lo confirma. El único mentiroso es Yang Jungwon.

Por su parte el omega corría sin tener un rumbo fijo. Su corazón golpeaba con fuerza dentro de su caja torácica, y calientes lágrimas rodaban como cascadas por sus mejillas, volviendo su vista borrosa.

Se detuvo en medio del pasillo, y se inclinó apoyando sus manos sobre sus rodillas sin dejar de llorar. Las gotas cayendo sin control en las frías baldosas del suelo.

¿Por qué las cosas habían terminado así?

Justo cuando estaba encontrando un poco de orden y equilibrio en su vida, todos sus esfuerzos son tirados a la basura.

¿Cómo habían logrado descubrirlo?

No lo sabía, pero aquel alfa tramposo lo había engañado de la peor manera. Mordió su labio inferior con fuerza, casi enterrando sus colmillos en un inútil intento de controlar su llanto. El solo pensar en cómo estaba siendo repudiado por sus propios alumnos, por los mismos que una vez lo admiraron y por quienes se había esforzado tanto como para crear aquella mentira, lo hacía llorar con más fuerza.

¡El Presidente del Consejo Estudiantil es un Omega! [Heewon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora