Hey hey

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Tuvimos clase de civismo, pese que el profesor tenía una apariencia fornida y era realmente alto era en realidad un hombre demasiado calmado su voz era grave pero suave. Sus ojos eran blancos completamente y usaba un bastón como si fuera una especie de parachoques. No era difícil deducir que era ciego.

Lo primero que hizo fue presentarse su nombre era "Gyomei Himejima". Nos dijo que sería nuestro profesor de civismo. Hablo de sus gatos, de la ética y de la moral, pero en algún punto comenzó a hablar de algo que parecía más importante -La bondad es como el agua. el agua es buena y útil a todos los seres por igual no tiene preferencias por ninguno en especial fluye en sitios que los hombres suelen rechazar. Al tratar con los demás debes saber ser amable y bondadoso. -Dijo y me pareció casi obvio, pero supongo que nunca lo había pensado, mucho menos lo había puesto en palabras...


『 °*• ❀ •*°』

Tanjiro nos invitó a sentarnos con ellos una vez más. Genya no estaba por ningún lado.

Tanjiro tenía una hermana y solía hablar de lo buena que era en fútbol. -Ganaron gracias a Nezuko. -Parecía quererla mucho y estar muy orgulloso de ella. -Enserió es buena. -Estaba en el equipo de futbol femenil a nivel secundaria de la escuela así que no tenía razones para dudar de sus palabras.

La conversación avanzo sin mí y a decir verdad no me molestaba, no había nada que pudiera decirles. Creo que siempre había sido así. Ellos estaban en su mundo y yo en el mío. Tal vez tendría que olvidarme de mi mundo para intentar hablarles del suyo: Del fútbol, la escuela y corbatas...

-Podemos ir a animarla a su próximo partido. -Dijo Zenitsu.

-Si -Exclamo Tanjiro con algo de emoción -Eso estaría bien tal vez también invite a Kanao a Nezuko le gusta mucho que valla a verla. -También solía hablar de otra chica "Kanao", cada vez que la mencionaba sonreía y sus ojos brillaban. Hablaba de lo linda que era. Parecía tenerle un gran aprecio. Zenitsu se la pasaba quejándose sobre las tareas y de más mientras Inozuke se la pasaba... existiendo. Tanjiro me miro -También pueden venir si quieren. Es el sábado nos veríamos en la estación del tren. -Dijo mirándome. No me lo esperaba.

-...¿Está bien que valla? -La verdad me daba un poco igual ir o no, pero ¿Por qué no? podría ser una experiencia enriquecedora.

-Claro, entre más mejor. -Él sonrió. Tanjiro tiene una familia grande, en es el hermano mayor así que supongo que tiene experiencia haciendo que los demás se sientan... no sé... cómodos. Tenía un don para hacer que mi pecho se sintiera cálido.

-Está bien -Sonreí -Gracias.

-No hay de que, Inozuke, puedes traer a Aoi. Será una especie de pseudo cita doble. -No tenía idea de a qué se refería exactamente. Mordí mi pan con mermelada mientras veía a Inozuke quien se había quitado los zapatos cosa que no era extraña en él, estaba dibujando en la mesa con un marcador para pizarrón.

—Muichiro ¿Quiénes te dan clase? -Deje de masticar un momento para mirar a Zenitsu enfrente de mí.

—Aun no me aprendo sus nombres.

—Descríbelos. —Interrumpió Tanjiro, parecía que la pregunta había captado su atención.

—Una mujer que parece una flor y escribe en rosa, un búho brillante

—¡¿Te da Rengoku?! —Exclamó con emoción el mismo pelirrojo antes de que pudiera decir algo más. Asentí con algo de duda después de unos segundos —¿Ya les pregunto cómo se quieren morir? —Pregunto el pelirrojo.

—Si ¿Por qué?

—Les va a pedir que le escriban un ensayo sobre eso para el final de ciclo escolar. —Respondió el rubio.

Those days Donde viven las historias. Descúbrelo ahora