Esta es una idea que pienso retomar, pero por el momento este es un fragmento que funciona como cáliz en lo que voy acomodando ideas
Hace miles años los cibertronianos habían llegado a la tierra, al encontrar que era rico en energía invadieron el planeta hasta someter a la humanidad, en un abrir y cerrar de ojos la especie dominante y su hogar se convirtió en una de las colonias de cibertron.
Los humanos quedaron relegados a ciudadanos de segunda clase en su propio hogar, creándose tres categorías en las que podían pertenecer los residentes, humanos que gozaban casi los mismos privilegios que un cibertroniano común, con la excepción que no podían acceder a puestos de poder dentro de la política o intervenir en ella de manera directa, los sirvientes, aquellos humanos que no gozaban de la ciudadanía, habitaban apartados de otros bots ,en zonas que tendían a ser los lugares más marginados , pero a pesar de ello algunos humanos podían busca de mejorar su calidad de vida si asociaban alguna familia de las castas altas de cibertron como sus empleados, estos humanos estaban limitados a las zonas que podían rondar tanto en la tierra como en cibertron, así como los puestos de trabajo que podían ejercer, limitándose a la servidumbre o los quehaceres domésticos.
Por último estaban las mascotas , una categoría controversial por la crudeza de su origen, procedían de humanos arrancados de su familia como castigo a sus parientes que intentaron ir contra con el gobierno cibertronianos, convirtiéndose en las mascota de las nobleza. Una forma de esclavitud que muchos bot en defensa de los humanos intentaban erradicar, ya que aunque se prometía que los humanos tomados no sufrirán daño alguno y tendrían mejores vidas dentro de las casas de sus amos, esta practica se había prestado para terribles abusos viéndose agravada por la corrupción del gobierno de Cibertron. Incluso se sabia de casos de miembros de las castas que usaron su influencia para conseguir algún humano que le había parecido bonito y para obtenerlo se consiguió incriminar con falsos a los parientes de estos, pero por el poder que ejercían no se podía hacer nada al respecto.
Mirage pensaba que lo tenía todo, absolutamente todo lo que un autobot de su estatus podía desear, pero se dio cuenta que no, en el momento que vio aquella figura en ese balcón rodeado de la decoración de flores blancas, iluminándose con elegancia con el brillo plateado de la luna que daba brillo aquel cabello rizado, y lo confirmó con el mirar de aquellos ojos verdes olivo, que esta persona era lo que le faltaba en su vida.
En esos instantes Mirage quedó paralizado, pero tras recuperarse del encanto que había caído sobre él en un actuó impulsivo dejo atrás a sus amigos con los había decidido a salir a cazar Turbofox, corrió apresurado como si aquella hermosa figura estuviera a segundos de desvanecerse.
—alo humanito— dijo el bot recargando su gran tamaño contra la pared que estaba al costado del balcón, mostrando una simpática sonrisa, pero que se acabó cuando se percató que en el cuello del humano llevaba puesto un collar, marcado con la insignia de la casa a la que pertenece, acompañados de un par de franjas iluminadas de color verde y escrito en cibertroniano el nombre de Noah . Mirage no estaba delante de una humano libre o incluso un sirviente estaba delante de una mascota, con ello en mente el bot supo que tenía que ir mas delicado en su interacción pero era tarde pues se llevo una mala impresión por parte del humano.
El humano de nombre Noah dio un paso hacia atrás cuando Mirage se acercó y se agarró al delgado barandal , el humano miro en dirección a la entrada de su habitación y luego al bot, hasta decidirse en huir pero siendo detenido con el enorme brazo del bot que bloqueó su camino.
—Aléjate—.Grito el humano, tomó una vara de metal que tenía en el suelo y golpeó con ella al bot en los dedos.
—Hey,hey tranquilo solo quiero charlar
—Vete o gritaré y te
—¿Me golpearas? puedo con este juego—El bot sacó su mano y lo transformó en un cañón con el que apuntó al humano que aunque su faz lucia aterrada, con piernas y manos temblando se negaba a intimidarse por Mirage.
—¿Así que muy rudo? Me gusta, y mucho, eres perfecto, serás mi conjux endura.
—¿Qué ?—Gritó Noah entre aterrorizado y confundido , estaba tan anonadado que terminó dejando caer la vara de sus manos y contempló la sonrisa orgullosa del bot extender a lo grande en su rostro, que cuando marchó Mirage se fue con la promesa que pronto estarían juntos.