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(Porque estoy traumado con el final jaja TwT)

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Crowley miraba el cielo sentado en un banco al pie del lago, pensaba en distintas cosas, pero un pensamiento no le dejaba en paz: Aziraphale.

Hace poco se habían reencontrado después de mucho tiempo, ese día no supo com reaccionar ni como hablar, pero desde ese día ha buscado las palabras para decirle lo importante que es para el.

Un largo suspiro seguido de un inmenso sentimiento lleno de calidez y nerviosismo, un sonrojo se formaba en el, se imaginaba a su Angel, su voz, su cuerpo, todo, el amaba todo de el, incluso aquella amabilidad qué aveces le irritaba a más no poder.

-oiga señor! nos pasa el balón por favor?- pregunto a lo lejos un niño que estaba jugando con otras personas, y su balón había caído al lado del demonio

Este solo miro el balon, saliendo de sus pensamientos, tratando de bajar el color de sus mejillas, tomo el balón y lo lanzó hacia el chico, pegándole sin querer en el pecho, este solo soltó un quejido y grito un "gracias" adolorido.

Crowley se levantó del banco y camino alrededor del lago mirando a los patos, se detuvo al borde del lago y miro su reflejo pensando "¿un demonio como el podría ser amado por un ser tan puro como Azira?" Su rostro era pensativo, no le gustaba sobrepensar, pero tampoco podía evitarlo, el era un demonio, y Azira un ángel... Eran muy diferentes.

Pero a la vez iguales.

Pero a la vez iguales

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