Tanto tiempo juntos, el amor por el otro floreció.
esta historia es una historia que busca hacer felices a los fans y a los inefables esposos.
Espero disfruten.
Historia corta, Llena de dulzura.
No lemon.❌
No suelo escribir romance, ¡así que espe...
El angel organizaba su biblioteca mientras escuchaba una dulce melodía clásica, su mente estaba ida, un pensamiento intruso no le dejaba en paz, cada vez que dormia, cada vez que se quedaba en total silencio aquel pensamiento era su unica prioridad: un atardecer tomado de la mano de Crowley. Aquel pensamiento causo un rubor notable, estaba tan avergonzado y confundido, es decir ¿un angel y un demonio?, no no, imposible, el no debia, ellos no debian; un suspiro salio y sus ojos se cristalizaban ¿porque debia sentir algo asi? el no queria, no queria llegar a perder a su amigo por un sentimiento que ni el mismo comprendia, ¿acaso debia resignarse? al fin y al cabo ¿no seria traicion de su parte por sentir algo por un demonio? aquellos pensamientos no le permitieron oir la campana de la puerta, y mucho menos sentir como alguien se acercaba lentamente, no se fijo en su presencia hasta que sintio el como alguien respiraba en su cuello
-en que tanto piensas?- pregunto Crowley causando que Aziraphale del susto lo empujara y se alejase para que el no le pudiese ver el sonrojo que mantenía por culpa del demonio
-en nada- respondio mientras cambiaba a una postura firme y veía a Crowley algo confundido recuperarse del empujon
-oh vamos ángel, se que siempre hay algun pensamiento en esa cabecita tuya- comenzó lentamente a caminar por la librería y ver los títulos de los libros, parándose firme y curioso al leer el título del libro qué estaba sobre el escritorio de Aziraphale "diario de Aziraphale" iba a ojearlo cuando el ángel rápidamente se acercó y tomo el dicho diario en sus manos
-no lo leas, es privado- simplemente lo dejo en otro lado y regreso
-oh, vamos ¿qué tienes hay? ¿Pensamientos intrusos qué no son de un ángel?- bromeó a lo cual Aziraphale se puso como tomate, Crowley noto eso y solo sonrió levemente sin permitir que su ángel lo notara
-oye, ¿tienes hambre?- fue lo único que pregunto cambiando el tema
-de hecho, si ¿qué tienes planeado?- Azira pregunto mientras terminaba de organizar los libros
-mmm es una sorpresa- fue su único comentario antes de tomar al ángel por la manga y llevárselo hacia la puerta- bien, ya terminaste vamos-
Aziraphale al salir cerro la puerta de su librería y se dirigieron hacia el lugar que Crowley había escogido para comer.
Pronto llegarían al parque donde se podía apreciar el lago y los patos nadando sobre este, Azira no comprendía del todo lo que sucedía, de pronto Crowley dejo de tomar la mano de Azira para dirigirse hacia el lugar con rapidez
-es aquí, Angel- Azira estaba anonadado ¿Acaso era lo que el creia? Una sonrisa dulce proveniente de sus labios delató lo encantado qué estaba al observar aquel picnic qué su demonio había preparado para ellos dos, estaba sorprendido, por lo general estas situaciones las había leído en muchos libros y ciertamente conocía las razones del porque este tipo de "salidas" se realizaban: citas o confesiones.
Aziraphale se acercó a Crowley y ambos se sentaron sobre la manta de tarta de colores tierra (cafe, beige, etc), las canastas con comida rápidamente fueron vaciadas, ambos disfrutaban de la comida que curiosamente había preparado Crowley
-no sabía que sabias cocinar querido, ¿Desde cuando los demonios saben hacerlo? - pregunto Azira mientras degustaba la comida de Crowley
-te gusta?- Azira asintio- digamos que he tenido tiempo libre- fue lo único que dijo, ciertamente no iba a decir que la verdadera razón por la que aprendió a cocinar era únicamente para sorprender y alegrar a su ángel.
Ambos sonreían y hablaban de cosas sin mucha importancia, pronto el atardecer comenzaba a llegar, las tonalidades rojizas y amarillentas adornaban el cielo, el ángel y el demonio sentados sobre el mantel del picnic uno al lado del otro admiraban la belleza del cielo
Aziraphale estaba inmerso en el paisaje y Crowley estaba inmerso en la belleza de quien ha sido el amor de su vida por 6000 años.
-es una hermosa vista, ¿no crees?- decía Azira mirando a detalle las maravillas de la tierra
-si, lo es- respondió Crowley mientras bajo sus oscuros lentes sus ojos brillaban enamorados, admirando al ángel.
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