muñequito de porcelana

12

Yeosang era un monstruo.

Sus manos se movieron nerviosamente por la madera de la mesa, mirando de reojo el asiento vacío a su lado. Mordió su labio inferior por las ganas de contener el llanto, porque ese día Wooyoung no había ido.

Y recordaba los ojos llorosos de Wooyoung el día anterior, negando gustar de San, dejándose empujar por Yeosang, y quería hacerse pequeño por la forma en la que actuó. Era el peor amigo del mundo, Yeosang lo sabía bien, y sólo quería correr a casa de Wooyoung para pedirle perdón.

Hongjoong se volteó hacia él, sus ojos tristes pareciendo escanear en busca de Wooyoung mientras movía su tenedor en la ensalada del contenedor.

— ¿Por qué Wooy... WooWoo no vino? — preguntó Hongjoong en voz baja.

Sacudió su cabeza.

— No lo sé, Hongjoongie... — dijo con suavidad.

— ¿Por qué no lo sabes? — insistió sin mala intención. — Son mejores amigos. Los mejores amigos se dicen todo.

— Por favor, Hongjoong...

— Quiero a WooWoo. — berreó Hongjoong. — Quiero que esté aquí ahora. Yeosang, dile a Wooyoung que debe estar aquí ahora...

— ¡Basta, Hongjoong!

Se arrepintió enseguida de haber gritado. Las personas más cercanas se voltearon hacia él, y
Hongjoong tenía los ojos abiertos en shock.

El chico de cabello naranja llevó sus manos a sus orejas, cerrando sus ojos.

— No grites, no grites, no grites... — murmuró Hongjoong con los labios temblando.

— Perdón, Hongjoongie, no quise...

— ¿Por qué le estás gritando a Hongjoong?

Yeosang esperaba que fuera Mingi el que hablara, porque podría excusarse un poco con él, pero no que fuera Hyerin.

La chica le miraba con una expresión horrible en su rostro y Hongjoong bajó sus manos, observando a su compañera de equipo. Hyerin suavizó la mirada de sus ojos, acercándose a su amigo.

— Vamos, Hongjoongie, ven a comer conmigo. — le dijo Hyerin, ignorando a Yeosang. — Yo no voy a gritarte.

Yeosang sintió su alma caer a sus pies cuando el rostro de Hongjoong se iluminó.

— Pero... — balbuceó Yeosang con voz ahogada.

— Ven a buscar a Hongjoongie cuando te calmes. — dijo Hyerin, mientras el chico recogía sus cosas. — Hongjoong, ¿por qué Plutón ya no es considerado un planeta?

— Es considerado un planeta enano. — comenzó a explicar Hongjoong, siendo arrastrado por Hyerin hacia una mesa con sus amigas. — Eso quiere decir que...

Yeosang observó su plato de comida, insípido ahora, su garganta apretada al forzarse a no romper a llorar. Tratando de no quebrarse frente a todo el mundo.

Todo estaba saliendo mal. Todo lo estaba arruinando, como solía decir su mamá.

Primero Jongho, después Wooyoung, ahora Hongjoong.

Levantó la vista, chocando con los helados ojos de Jongho, sentado a unas mesas con su grupo de amigos. Jongho siempre fue bueno para hacer amigos, nunca tuvo dificultad alguna, podía relacionarse con todo el mundo sólo sonriendo. En cambio, él era un desastre con eso.

Jongho dejó de mirarlo, volteando su atención a
Seulgi, su mejor amiga, y Yeosang sabía que estaba solo en el mundo.