VI

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Al día siguiente Yeonjun se acercó a Soobin preguntándole por qué no le había mandado mensaje. Soobin no supo responder, estaba lo suficientemente nervioso para no poder hablar. Yeonjun le dijo a Soobin que ya había conseguido su numero, y que esperara su mensaje. Soobin me miró y me dijo.

- No quiero ilusionarme. Lo sigue haciendo, sigue comportándose como si le importara. ¿Qué hago?

- Haz lo que tú quieras hacer, siempre y cuando te tomes en cuenta a ti y a tus sentimientos.

- Eres el mejor amigo que he tenido. - Me abrazó.

Yeonjun le mandó mensaje a Soobin, hablaron fácil como por 1 hora. Así iban pasando los días, hablaban todos los días y su amistad iba creciendo, los rumores de que Yeonjun salía con alguien y a la semana lo dejaba eran muchos y todos le llegaban a Soobin, pero él siempre intentaba ayudar a Yeonjun a que cambie.

- Soobin, ¿quieres salir a un lado?

- ¿Cuando?

- Hoy. ¿Puedes?

- Si, me dices a qué hora.

Soobin había tomado más confianza en sí mismo y ya no le daban tantos nervios al hablar con a Yeonjun, pero esos latidos nunca se detenían.

Horas más tarde ellos dos salieron, primero fueron al cine, saliendo fueron a pasar el rato en un centro comercial. Se sentaron en una banca y comenzaron a hablar.

- ¿Quieres ir a mi casa?

- ¿Cómo? - Eso sorprendió a Soobin y al pensar en ir a la casa de Yeonjun lo hacía sentir nervioso.

- Tengo algo para ti pero olvide traerlo hoy. Vamos por el y después te llevo a tu casa. - Yeonjun tomo de la mano a Soobin y se fueron caminando hacia su casa, en un punto de la caminata soltó a Soobin para seguir hablando.

- ¿Tus padres no se molestarán?

- Mi madre es actriz y mi padre es empresario, básicamente nunca están en casa, y si están descansan en su cuarto o algunas veces salen a cenar, estoy solo la mayoría del tiempo. Tengo sirvientes pero a esta hora ellos ya se han ido a sus casas. - Soobin se sintió mal por el, quería abrazarlo pero no sabía como iba a reaccionar.

- ¿No te sientes solo?

- A veces, solo cuando me pongo a pensarlo, o cuando veo tan grande casa solo para mi.

- Llámame cuando te sientas solo, te ayudaré a no sentirte así.

- Gracias, Soobin. Es esta casa - Era enorme su casa, y más por dentro, tenía un estilo minimalista y su casa tenía mucho gris, negro y blanco, era muy bella pero se sentía lo vacía que estaba. - Ven, mi cuarto está arriba. - Soobin siguió a Yeonjun a su habitación, era enorme y bonita, igual que la casa.

- Siéntate en la cama, voy por tu regalo.

Soobin le hizo caso y admiró su cuarto, tenía mucho gris, estaba un poco oscuro y la única luz era una lámpara de mesa y la luna que se reflejaba en la enorme ventana. Soobin se paro de la cama y se acercó a la ventana, la abrió y salió al pequeño balcón que había. Nunca había notado lo bonita que era la luna, era hermosa, grande y brillante, algunas veces le tenía envidia a la luna, porque siempre se veía hermosa y le daba paz a todos.

- Soobin. Ten, esto es para ti. - Abrió la caja y era una pulsera gris con morado, era muy bonita.

- ¿Tu la hiciste? - Dijo mientras sacaba la pulsera de su cajita y se la ponía, le quedaba muy bonita en su piel pálida.

- Si, la hice especialmente para ti, esos colores me recuerdan a ti.

- Es muy linda, gracias. - Soobin miro a Yeonjun a los ojos, esos ojos brillantes hicieron que le latiera el corazón. Yeonjun se acercó más a él, y más, y más, hasta que sus caras estaban muy cerca. Yeonjun beso a Soobin, lo hizo como si fuera la primera y última vez que lo haría.

Soobin tembló al sentir sus labios con los de Yeonjun y sus manos al rededor de su cuerpo, sintiéndolo y tocándolo. El clima se hizo más frío, se escucharon truenos y la lluvia comenzó a caer, eso los obligó a separarse, cosa que ninguno de los dos quería.

- Debería irme. Se hace tarde. - Soobin camino hacia la entrada.

- No. - Soobin se detuvo y se giro para verlo.

- ¿No?

- Quédate, no quiero que te vayas.

Tu valor (yeonbin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora