Face it alone

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"Durante 6000 años de existencia, no he sido el ángel modélico que se supone que debo ser, jamás lo he sido. Por supuesto que creo que todo esto debe tener algún tipo de sentido, que el plan inefable sigue su curso y que todo será para un bien mayor. Pero no puedo estar de brazos cruzados y aceptando todas las órdenes sin que me plantee los posibles daños colaterales, la posible destrucción que puede generar a su paso.
Yo... soy el hazmerreír entre todos los ángeles, piensan que soy patético, que me he vuelto loco por pasar tantos años aquí en la Tierra. Soy un débil, un perdedor, un payaso. Les di la espada flamigera a Adán y Eva, engañé a mi bando durante milenios, he contradicho las órdenes de Dios. Sin hablar que me he interpuesto en el evento más importante en milenios, el Armageddon. Soy un fracasado que encima tiene que ser salvado por un demonio, por un enemigo, cientos de veces.
Ahora soy un arcángel superior, Crowley. Debo ser perfecto, debo ser un ángel de verdad de una vez por todas. Pensé que podría serlo, que podría cambiar las cosas desde dentro, sabotear los planes para la Segunda Venida, pero no sé si realmente puedo. Siempre seré un traidor, tengo todas las miradas puestas en mi. Y lo peor es que el castigo no será caer, me borrarían de la faz del Universo ¡¡y tú serás el siguiente!!"

Aziraphale no pudo retenerse más y comenzó a llorar. Crowley se acercó para intentar consolarlo:

- Ángel... ¿de qué estás hablando? Eres demasiado bueno, incluso para el mismísimo Cielo. Hay que ser un valiente o un idiota, según se mire, para tomar esa decisión. Pero no tienes que ser otra persona ¡Al cuerno el Cielo! Tienes más poder del que crees. Durante milenios has estado protegiendo a la humanidad del destino fatal dictado por el mismísimo Dios ¿eso no te parece suficiente? En cuanto a mi... -dijo con tono muy digno - siempre he ido por mi cuenta, puedo defenderme yo solito sin necesidad de ayuda celestial.

Aziraphale levantó la mirada y, aún con lágrimas en los ojos, clavó su mirada en Crowley:

-Cuando nos intercambiamos y fui al infierno, en el supuesto juicio, te sentenciaron a morir con la pena más horrible, para que todo el infierno viera como funcionan las cosas allí. Sí algo te hubiera pasado, Crowley... yo... yo no sé qué hubiera hecho. No puedo imaginar a qué tipo de torturas y castigos te han podido someter desde que caíste. ¡No te lo mereces! ¡Me niego a creer que te merecías ese destino!

Conocí al ángel que fuiste y conozco incluso más al demonio que eres. Ninguno de los dos es indigno de permanecer en el cielo. Sólo quería que fueras feliz. Conmigo, juntos. Tengo el recuerdo... bueno, seguro que tú no te acuerdas, por entonces eras un ángel bastante ocupado... tengo un recuerdo de la primera vez que nos vimos, estabas tan entusiasmado creando estrellas, poniendo en marcha el Universo...
Lo entiendo. Entiendo que no quieras volver porque ni yo mismo puedo encontrar mi sitio allí, soy un extraño.
No sé... ¡ni siquiera estoy seguro de quién soy! -Aziraphale volvió a alterarse- ¡Soy un ángel defectuoso! Llevo siglos ocultándome e intentando hacer como si nada pasara. Estoy cansado de huir, esconderme y mentir. Y a quién pretendo engañar, ¡ te necesito a mi lado! ¡no soporto más el Cielo! ¡ no soporto estar sin ti!
Aziraphale comenzó a llorar desconsoladamente. Crowley reaccionó rápido, abrazándolo cálidamente y acercando su cabeza suavemente a su propio pecho.

- Ángel... yo no sabía... no tenía ni idea de todo esto... - Crowley pensaba en alto mientras lo abrazaba con más fuerza. Jamás había visto a Aziraphale llorar con semejante desesperación y dolor. Intentaba decir algo que pudiera consolar al ángel, pero sólo salían más que frases inconexas. Llegó a la conclusión que lo mejor que podía hacer era seguir abrazándolo hasta que estuviera más calmado. De cierta forma él también sentía cierto alivio a su propia frustración en aquel abrazo. - Todo va a ir bien... - susurraba, no sabiendo si se lo decía a Aziraphale, a si mismo o a ambos.
El llanto de Aziraphale fue disminuyendo hasta convertirse en pequeños sollozos. Crowley puso su mano en la mejilla y mirando a los ojos dijo:

A night at... the bookshop? - Good Omens Donde viven las historias. Descúbrelo ahora