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Soy el Príncipe Vegeta.

CAPÍTULO 2: ¿PERDIDA DE MEMORIA?

Habían pasado aproximadamente cinco horas cuando el médico notificó a Vegeta que Raditz ya se encontraba sano y que lo liberarían de la cámara de curación

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Habían pasado aproximadamente cinco horas cuando el médico notificó a Vegeta que Raditz ya se encontraba sano y que lo liberarían de la cámara de curación. El príncipe saiyajin suspiró aliviado por la buena noticia, viendo como el médico presionaba los controles del tanque para evacuar el líquido curativo, permitiéndole a Raditz reaccionar.

Una vez estuvo vacía, el niño de cabello largo abrió los ojos mientras la cámara se abría, invitándolo a salir. Con un movimiento de su mano, Raditz se quitó el respirador de la cara y saltó fuera, cayendo de pie limpiamente en el suelo liso, desnudo pero, sano otra vez.

Vegeta intentó acercarse para saludar, pero fue sorprendido por la sacudida de Raditz, quien cual perro, sacudió su cabellera y cuerpo para librarse de los residuos de agua medicinal, salpicando por todas partes, incluido a Vegeta.

─Ugh ─se quejó Vegeta, aunque parecía también divertido por la acción tan salvaje del niño.

─¡UFF! ¡He vuelto! ─exclamó Raditz, terminando su secado brusco para empezar a exprimir su gran cabello. Miró al frente, quedando sorprendido de ver a Vegeta allí, entrando en pánico una vez más─. ¿Ve-Vegeta?… ¿Desde cuándo estás aquí?

─Yo te traje, así que he estado aquí todo el tiempo. ─El príncipe se cruzó de brazos, sonriendo amistosamente─. Tenía que asegurarme de que te recuperarás. Me preocupaste demasiado…

Raditz se quedó impactado ante una respuesta así. Nunca esperó vivir tanto para presenciar un lado tan amigable del príncipe saiyajin. Incluso pensó que seguía medio muerto en la realidad y todo ese momento estaba pasando en su cabeza, porque era imposible que Vegeta hiciera algo tan bondadoso como llevarlo él mismo al hospital y mucho menos quedarse a monitorear.

Vegeta notó la gran impresión de Raditz, pero no le importó mucho, prefería ser él mismo y no fingir una actitud como la del Vegeta original, maliciosa y agresiva. No era lo suyo.

─Uh… ¿Okey? ─Raditz se rio de forma un poco forzada. No estaba seguro de qué sucedió para que su alteza estuviera de tan buen humor, pero no estaba interesado en hacer preguntas y hacerlo enojar, así que decidió calmarse, actuando con normalidad─. ¡Es bueno que estés aquí! Podrás ver de primera mano mi incremento de poder. ¡Seguro que conseguí un buen zenkai esta vez! ─exclamó, emocionado, provocando la incredulidad de Vegeta.

─Vaya, te acaban de dar la paliza de tu vida y en lo único que piensas es en el incremento de tu poder ─Vegeta rodó los ojos ante la actitud tan infantil del chico. Pero bueno, ¿qué se podía esperar de un saiyajin? Es decir, ahora él también era uno, aunque no tan obsesionado con el poder, eso es seguro.

Raditz en cambio, solo se rio.

─¡Meh! Tú me has dado palizas mejores, y estoy bien. Siempre que me dejas plantado en el suelo, dices que me haces el favor de hacerme más fuerte, y es verdad, ¡así que gracias! ─dijo Raditz, sonando despreocupado. Por otro lado, Vegeta quedó helado ante la declaración del otro niño. No podía creer que estuviera agradeciendo las evidentes agresiones sin sentido del Vegeta original…

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