-Princesa, ¿que piensa hacer con la nación del agua?, nos atacan, ya hemos perdido muchos hombres en la batalla.-
-Despierten al dragón. cuando esten cerca y vulnerables.-
-¿Al dragón?, pero es peligroso.-
-Lo sé pero es la única opción que tenemos-
*suena un golpe seco*
-Buenos dias, bella durmiente.-
-Mamá... cinco minutos más- digo con un enorme bostezo.
-No. Levantese señorita, hoy tiene que llegar temprano, es el primer dia de clases, será divertido.-
-okey. Ya me levanto.- digo con tono irritado. Es el primer dia de clases, no es que no quiera ir, pero no quiero. Quiero seguir durmiendo y levantarme a la hora que sea. Ahora empezarán los profesores con sus ridículas tareas, trabajos, proyectos... sólo pensarlo me da flojera. Y de paso verle la cara a las odiosas del salón. ¡Sí, que diversión!
Mi madre sale del cuarto, y yo me digno a levantarme de mi comoda cama, para ir a bañarme. Cuando salgo me pongo lo primero que veo. Una camisa negra pegada a mi cuerpo, un blue jeans roto y unas zapatillas negras. Luego bajo al primer piso para comer.
-Buenos días.- digo bostezando de nuevo.
-Buenos días, mi pequeña zanahoria.- me dice mi madre con una sonrisa en su cara, mientras me sirve el cereal. Ese era mi apodo desde pequeña, toda la familia me dice así.
Mi madre es una mujer hermosa eh inteligente. Siempre me siento orgullosa de ella. Su cabello es corto y teñido de marrón, siempre que se pinta el cabello me da risa, porque aunque se lo pinte de rosado le queda marrón. Sus ojos son grandes igual que los mios, pero los de ella son de un verde hermoso, parecido a Las esmeraldas recien pulidas, su piel es blanca como la nieve, y muy delicada, el simple hecho de que le camine una hormiga le deja morados, exagerando claro. es delgada y alta como de unos 75cm creo. Le gusta estudiar y leer mucho, la concidero mi diccionario movil, y aunque aveces me colme la paciencia, la amo.
*tocan la puerta*
-mmh, ya vinieron por mí- digo mientra como lo último que me queda de cereal en el plato, casi ahogandome.
-¿quienes?- pregunta con su ceño frunsido.
-Aron y Samantha. Ire con ellos al instituto, ¿recuerdas?
-mmh, cierto. Bueno, te portas bien, hoy dejaré que llegues tarde, pero solo una hora, ¿de acuerdo?- su voz es calmada pero autoritaria.
-okey. Gracias mamá, hasta pronto.-
-saludame a tus amigos.-
-okey.-
Abro la puerta y afuera estaban Aron y Samantha, sentados en la acera de mi casa.
Aron es mi mejor amigo, es moreno de ojos pequeños, usa lentes y es casi de mi tamaño. Siempre pasamos buenos y malos momentos, nos la pasamos peleando pero a los minutos ya nos estamos riendo. Es un poco fastidioso... ¿a quien miento?, es un fastidio continuo, pero tiene un corazón enorme y siempre me da comida.
Samantha es una chica con cabello rubio oscuro, casi castaño, sus ojos son de un color marrón claro, su cabello es largo y ondulado, es mucho más alta que yo, pero siempre la obligo a que se agache. Toda baja tiene una alta de amiga, que le hace feliz el día.
-¡hola!- digo con una sonrisa en mi cara, no es emocion por ir al instituto, es porverlos a ellos y saber que sera un buen día.
-¡hola!- dicen los dos al mismo tiempo, casi gritando, cuando me da tiempo de reaccionar siento a Aron abrazandome.
-Sueltame Aron, sabes como es mi mamá y no quiero problemas con ella.- digo por decimacuarta vez, con la voz irritada. El se aleja caminando molesto.
-¿porque te molestas, si sabes que es verdad?- no me responde y sige caminando.
-déjalo.- me dice Samantha.
-Bueno. Y, ¿estas emocionada por ir a clases?- le pregunto con una sonrisa casi fingida.
-Si, super emocionada. Aprenderemos cosas nuevas.- me dice casi saltando de alegria. -¿y tu?.- me pregunta mirándome. Aún segimos en la entrada de mi casa.
-No mucho. Sabes... por las tareas y todo eso.-
-cierto, pero seguro habran chicos nuevos.- me dice con una mira picara. Nos reimos unos segndos -cierto, pero eso no quitará las tareas.-
Caminamos por la calle por donde vivia, hasta llegar al instituto. No queda muy lejos de donde viviamos, se podia llegar en 10 minutos, si ibas acompañado.
-llegamos a la prisión de menores.- digo con tono irritado. Samantha se rie, y su risa hace que yo me ría.
-Mira, ya vi varios chicos nuevos. Y no estan mal- se ríe.
-¿dónde?- pregunto emocionada.
-mira, cerca de la puerta de nuestro salón- me giro y trato de ubicar al chico nuevo.
-me dicen que se llama christopher- Es alto, rubio oscuro, ojos pequeños y se ve que hace ejercicio.
-es lindo.-
-Hablale.- me dice emocionada.
-No hablale tú.- digo volteandome para que no se de cuenta de que hablamos de él.
-anda.- me empuja, y caigo casi cerca de él. Le doy una mira fulminante a Samantha y ella se ríe.
-hola. ¿como te llamas?- digo calmada, con una sonria en los labios.
-christopher, ¿y tu?- me pregunta con una sonrisa enorme. Con ella podria matar a cientos de chicas de una.
Vuelvo a la realidad, cuando noto que me eh quedado sin habla por sus ojos y su sonrisa encantadores.
-Natassha.- respondo con las mejillas calientes. Seguro estan rojas.-un placer conocerte, princesa.- cuando termina la oración todo me da vueltas.
-¿te sientes bien?-
-si, seguro fue por que comi muy rápido.
-¿quieres que te acompañe a la enfer...?-
-No, gracias. Estoy bien.- le respondo antes de que termine la oración con una sonrisa.
-bueno, esta bien.- me dice con la bella sonrisa de nuevo. -me tengo que ir.- dice haciéndome volver a la realidad, de nuevo.
-mmh, ok. ¿nos vemos después?- Digo mirando sus hermosos ojos.
-dale.- se va caminando después de despedirse y baja las escaleras del tercer piso.
*suena la campana*
Es hora de formar, es lunes cívico, no hay nada más que odie, que el lunes cívico. Hay que cantar dos himnos, el del país y el del estado.
Subimos a nuestros salones y nos sentamos en nuestros lugares, Samantha se sienta detrás de mi. Asi es más fácil hablar con ella.
Física, que bien. Aparte de que es el primer día y es lunes cívico, nos meten fisica en la primera hora. Tienes razón mamá, ¡Divertido!
-buenos dias alumnos. - dice el profesor sacandome de mis pensamientos.
-buenos días profe.- respondemos todos casi al unísono.
Mientras el profesor daba el plan de evaluación, yo me quedé dormida. Fueron cinco minutos pero, para mí fue una eternidad.
-Princesa nos atacan.- me dice el general de la tropa de guerra.
-suelten al dragón.-
-pero es peligroso.- me dice un escudero casi gritando.
-eh dicho que suelten al dragón.-
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princesa del fuego
FantasyNatassha, una joven de 16 años con un poder increíble, que aún no conocia. Era una bella joven de cabello largo y ondulado, su estatura es de 1:66, su color de ojos era rojo intenso como su cabello. lo que ella no sabía es que esos colores significa...