princesa del fuego

capitulo 10

-¿samantha? ¿Que haces?- digo con los ojos abiertos.
-perdoname- me dice ella entre susurros.
Se acerca hacia mi silla y me desamarra. Luego un soldado de la nacion del agua me agarra y me empuja hacia donde esta mi familia. Mi madre y mi padre me abrazan. Se les ve el dolor en su rostro; las lágrimas caen al suelo, todo lo veo en cámara lenta; no entiendo que sucede. Escucho cómo mi madre grita desesperada y trata de soltarse agresivamente mientras un hombre la levanta con una sonrisa en sus labios. Mi padre está llorando, baja la cabeza para no ver lo que está pasando. Yo lo único que hago es ver a mi madre, cuándo la sacan de la habitación y...

-¡princesa! princesa, princesa...- se acerca a mi con una sonrisa cínica... da asco, es una cara de triunfo pero a la vez de derrota. Lo que hay en sus ojos es algo indescifrable; dicen que los ojos son el espejo del alma, pues, éste ser no tiene alma. Tiene la vista perdida, pero puesta en mi.

-¿quién eres? ¿que quieres?- los ojos me arden, las manos me queman; siento que ardo por dentro, no se si de ira o de miedo.

El hombre se me acercó a la cara y la tomó con una de sus manos, he hizo que le mirara a los ojos.

-¿no sabes quién soy?- se rió burlonamente.
-era de esperarse, ¿por qué te han de contar de mi? ¿quién soy yo, más que un sucio escarabajo?- en sus ojos hay rabia.

-¡No te atrevas a hacerle nada!- grita mi padre mientras nos observa.

-¿por qué hacerle daño a la hija de mi hermana? Ella no tiene la culpa...- se ríe y mueve mí cabeza dos veces a los lados. -ella... sólo es un camino para lo que Christopher desea- lo dice con una sonrisa pícara.

-¿hermana...?- mi padre pregunta mientras lo ve con detenimiento. -¿Stephen? ¿tú eres Stephen?... nosotros te creímos...-

-muerto- termina él. -vaya, con que si se habla de mi en las cenas familiares? Jajaja... que bien. Bueno, me marcho- se levanta y da media vuelta.

-¡aguarda!- grito con poca fuerza en la voz. -¿a dónde llevaron a mi mamá? ¿que le hicieron?-

-se reunirá la familia después de tanto tiempo, sólo éso puedo decirte, pequeña dulzura.- al terminar de hablar, sale de la habitación.