1. Tres son multitud

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ESCENA RE-IMAGINADA

Escenas desde el inicio de la
historia hasta el capítulo 5.
Omegaverse.

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Cuando conocen a Martín, aquél primer día en la oficina en donde Ismael los cita, ninguno de los dos se da cuenta porque no tiene un aroma particularmente llamativo.

Tampoco lo saben en ese momento Yolanda ni Carmelita, pero Carlos e Ismael han de haber estado enterados porque ese tipo de detalles siempre se toman en cuenta al tratar con nuevos actores. Cuestiones de seguridad laboral que no se pueden ignorar.

Claro que no iba a andar Pedro chismoseando en los papeles privados de Ismael aunque haya tenido oportunidad de hacerlo en su oficina. Claro que tampoco iba a andar preguntándole semejante cosa de manera tan directa, ¿y Jorge? De él es incluso mucho más impensable.

Jorge es demasiado formal cuando se trata de cuestiones personales como esas. Será que también tiene ese tinte de profesionalismo incorporado igual que Isma como Director General de la ANDA, será que disimula su curiosidad muy bien, será que ni siquiera le da curiosidad. Cuando Pedro trata de sacar el tema de conversación mientras desayunan, en un momento en que quedan solos en la mesa, Jorge apenas si musita respuesta a la pregunta.

—¿Y qué será? —dice Pedro, acomodándose en su silla con soltura y limpiándose los dedos sucios de mermelada con los labios.

Jorge levanta la vista de su periódico con una mirada demasiado gélida y desinteresada, checando la hora en su reloj de muñeca y respondiendo:

—¿Además de impuntual? No sé.

El muchachito había llegado a la oficina de Ismael luciendo un tanto paliducho, acompañado de su representante que no había demorado en explicar la razón de su atraso. Luego de intercambiar nombres y presentarse cordialmente y cuando lo tuvo sentado al lado y hasta le dió un abrazo para alivianarle los nervios, Pedro no había sentido en el aire ni el más mínimo deje dulzón.

Asumió que, o utilizaba una marca de supresores bastante cara, o simplemente no los necesitaba, y en ese caso la filmación habría de marchar viento en popa.

Porque nadie quiere conflictos dentro del set y todo el mundo sabe que cuando es época de celo, muchas veces los rodajes se suspenden para evitar problemas.

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Ismael nunca se los menciona.

En retrospectiva, Pedro piensa que debería haberles avisado.

Por mera formalidad. Por evitar algún altercado, nada más.

Pedro se entera varios días después de conocerlo, y solamente porque Martín se pone nervioso y por alguna razón eso hace que de repente se levante en el aire el olor a chicle.

Bueno, así lo huele él. Para cada uno es diferente. Jorge siempre huele mangos, se lo confesó luego de que Pedro lo atosigara por saber, el año pasado cuando Ismael mandó a Yolanda de regreso nomás apareció en el set con las mejillas coloradas y abanicándose con su libreto.

Ismael es muy bueno leyendo ese tipo de situaciones, es una de las tantas cualidades que lo caracterizan como excelente director de cine. Pedro ha trabajado en muchos Estudios y con muchos directores y ha sido testigo del poco profesionalismo que algunos ejercen al momento de tener que lidiar con ello. No es algo que le alegre admitir, pero todo el mundo empieza desde abajo y ser selectivo con ese tipo de detalles tan temprano en su trayectoria significaría mantenerse estático en el escalafón más bajo del éxito.

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