🐺Kirk🐺 "Finalizada"

👶¿Gemelos?🍼

Dos meses después

-Mia, siéntate.

La voz de Kirk, suave pero firme, cruzó el patio en la casa de Kai y Katia.
Y Mia quería obedecer. Realmente lo hacía.
Sin embargo, de alguna manera no podía. Estaba demasiado nerviosa.

-Mia -repitió Kirk. Esta vez no solo dijo las palabras, sino que se levantó y envolvió su brazo alrededor de su hombro, tirando de ella hacia su silla. De mala gana, ella se sentó en su regazo.

Un segundo después, el grito largo y bajo de una mujer sonó desde el fondo de la casa.
Y así, Mia estuvo de pie de nuevo.
Maldición. Las contracciones eran cada vez más rápidas y más cercanas.

¿Cómo demonios lo soportaba Katia?

No era solo el llanto de dolor de su amiga lo que hacía que Mia se inquietara, sino también cuánto trabajo sabía que Katia estaba haciendo allí.
No era de extrañar que lo llamaran trabajo.

Katia había estado en esto durante horas. El tiempo suficiente para que Randall saliera a buscarla a ella y a Kirk.
Al principio, Mia se sintió honrada de que su amiga la quisiera allí cuando llegara el bebé.

¿Pero ahora?

Bueno, ahora no estaba tan segura.

-Mia. -Kirk tomó su mano sobre su hombro nuevamente y la guió de vuelta a su regazo-. Necesitas calmarte.

¿Cómo podía, cuando, en siete cortos meses, estaría en la posición de Katia?

Su miedo debía haberse revelado en su aroma porque incluso Randall intervino.

-Ella estará bien -dijo tranquilizador-. Las Omegas sois fuertes. Estáis diseñadas para esto. Y Gail sabe lo que está haciendo. Era enfermera antes de venir a los Bosques de las Montañas.

Mia sabía que era verdad. Cada palabra.
Gail estaba haciendo un gran trabajo. Paige era fuerte.
El cachorro estaría bien.
Pero, ¿por qué tenía que sonar tan doloroso?

Mia se movió en el regazo de Kirk cuando los gruñidos y gritos salieron de la casa de Katia.
Y luego se quedó en silencio... al menos para los oídos de Mia.

Mia contuvo el aliento mientras los Alfas se miraban el uno al otro.
Enormes sonrisas sabias se extendieron por sus rostros. Sabían algo.

Algo que no le estaban diciendo.

-¿Qué? -exigió Mia. Pero Kirk no dijo una palabra. -¡Dime!

Antes de que pudiera responder, sonó un grito, este una queja aguda.
Un cachorro.
Los ojos de Mia se llenaron de alegría.
Eso era lo que hacía que todo el dolor y el trabajo duro valieran la pena.

Momentos después, Kai apareció en la puerta, con un bulto acunado en sus brazos.
Gail lo siguió justo detrás con otro.

¿Otro?

-Hermanos míos -anunció Kai, con orgullo brillando en su rostro-. Me gustaría que conocierais a mi pequeño Alfa y su hermana Omega.

Los ojos de Mia se agrandaron. Se giró hacia Kirk.

-¿Gemelos?

Su conmoción debió haberse demostrado porque la risa llenó los ojos de Kirk.

-No te preocupes, cariño -bromeó-. Los gemelos son algo raros.

-¿Algo?

Bueno mis niñas, hasta aquí la historia de Kirk. Pronto sabrán quien será el próximo Alfa que encontrara a su Omega. Muchas gracias a todos por su apoyo tanto en los votos y comentarios como en las redes😊