Cellbit y Roier se encontraron absortos en una conversación en los serenos terrenos del castillo de Cellbit. Mientras hablaban y disfrutaban de la compañía del otro, su atención se volvió hacia Quackity y su hijo Richarlyson, que estaban absortos en un juego lúdico cercano.
Observando el vínculo afectuoso entre Quackity y su hijo, Roier no pudo evitar preguntar sobre la profundidad del amor de Cellbit por Quackity. Se penetró suavemente, preguntando: "¿Por qué amas tanto a Quackity?"
La cara de Cellbit iluminada con una sonrisa sincera, sus ojos nunca salen de las travesuras juguetonas de Quackity con Richarlyson. Era evidente que su amor por Quackity era profundo, más profundo de lo que las meras palabras podían describir. Se tomó un momento para reunir sus pensamientos antes de responder.
"Él es mi mundo", comenzó Cellbit, su voz llena de emoción. "Él trae luz a mi vida y hace que cada momento se sienta más vibrante. Quackity es una persona increíble, llena de pasión, inteligencia y calidez. Él me hace una mejor versión de mí mismo, y estoy agradecido por el amor que compartimos".
Roier asintió, entendiendo el amor que irradiaba entre ellos. Podía ver el afecto genuino que Cellbit tenía por Quackity, y le tocó el corazón. Pero luego, la voz de Cellbit bajó, su tono dio un giro más serio.
La mirada de Cellbit se intensificó, encerrada en la figura de Quackity mientras continuaba hablando. "Míralo", dijo en voz baja, su voz llena de determinación inquebrantable. "Me moriría por él. Yo mataría por él".
El peso de las palabras de Cellbit colgaba en el aire, resonando con un profundo sentido de devoción y protección. Roier vio cómo la expresión de Cellbit se transformaba de una de amor a una de feroz lealtad. En ese momento, pudo ver las profundidades del compromiso de Cellbit con Quackity, un compromiso que se extendía más allá de las palabras o los simples gestos.
Roier no pudo evitar sonreír, conociendo la profundidad del amor que existía entre Cellbit y Quackity. Fue un amor que trascendió las convenciones, donde palabras como "para siempre" e "incondicional" estaban imbuidas de un significado profundo.
Mientras los dos amigos continuaban viendo jugar a Quackity y Richarlyson, los ojos de Cellbit permanecieron fijos en su amada. El amor brilló a través de su mirada, acompañado de una sonrisa de amante tonto que reveló la inmensa alegría que Quackity trajo a su vida.