Los miembros de QSMP se habían reunido para una reunión especial, una discusión importante que requería su mayor enfoque y atención. Estaban sentados alrededor de una mesa formal, vestidos con su mejor ropa, listos para abordar los asuntos que tenían entre manos. Sin embargo, Quackity tenía otros planes preparándose en su mente traviesa.
Mientras la sala se llenaba de discusiones serias, Quackity sintió una oleada de alegría que lo superaba. No pudo resistir la tentación de agitar las cosas, inyectar una dosis de ligereza en la atmósfera. Levantándose de su asiento, se dirigió a propósito hacia Cellbit.
Sin dejar rastro de vacilación, Quackity cayó en el regazo de Cellbit, acurrucándose contra él y sintiéndose bastante cómodo. La brusquedad de su acción causó una ondulación de jadeos y risas sorprendidos para llenar la habitación. Fue un movimiento audaz que tomó a todos desprevenidos.
En medio del coro de risas y diversión, Roier no pudo resistirse a unirse, su voz llena de sarcasmo juguetón. "Consíganse un cuarto, jajaja!" Bromeó, la habitación se estalla de risa una vez más. La cara de Cellbit tenía un profundo tono rojo, parecido a un tomate maduro, pero optó por ignorar las burlas, no queriendo que le restara valor a los asuntos importantes en cuestión.
Reuniendo su compostura y comportamiento profesional, los miembros de QSMP hicieron un esfuerzo consciente para volver a centrar su atención en la reunión. Quackity permaneció en el regazo de Cellbit, sus cuerpos entrelazados desafiando el decoro convencional del entorno formal. Era un espectáculo poco convencional, por decir lo menos, pero todo el mundo parecía dispuesto a disfrutar de esta distracción momentánea.
A medida que se reanudaron las discusiones, Quackity jugó con la pluma en la mano, sus movimientos rítmicos y juguetones. El tema en cuestión tomó una nueva dinámica mientras se retoría, empujando juguetonamente las caderas de Cellbit con las suyas. Fue una forma sutil de recordarle a su novio su conexión, de inyectar su amor y energía lúdica en la reunión.
El enfoque de Cellbit vaciló por un momento, atrapado entre los asuntos importantes que se están discutiendo y la cautivadora presencia de Quackity en su regazo. Sin embargo, rápidamente recuperó la compostura, cambiando ligeramente para adaptarse a los movimientos de Quackity. El amor y el cariño en sus ojos no pasaron desapercibidos, un suave recordatorio del fuerte vínculo que compartían.
A pesar de la naturaleza poco convencional de la situación, los miembros de QSMP optaron por continuar, su profesionalismo y respeto mutuo intactos. Reconocieron que el amor y las relaciones tenían sus momentos de alegría, sus propias peculiaridades y dinámicas que no siempre se adherían a las normas sociales.
Y así, la reunión continuó con Quackity enclavado en el regazo de Cellbit, su interacción lúdica mejorando la atmósfera en lugar de restando valor a ella. Fue un testimonio de la unidad y la comprensión que tenían dentro del grupo, un recordatorio de que el amor podía coexistir con cualquier esfuerzo profesional.