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La primera noche en la Sociedad Aracnida era algo intimidante, T/N se sentía extraña en un departamento tan vacío, los pisos de madera y los muros blancos proyectaban una sensación de espacio amplio y la ausencia divisiones hacía más evidente la amplitud del lugar, las enormes ventanas dejaban que se colara la luz de la luna, desde el colchón de Miguel se podía apreciar el cielo estrellado.

T/N se removió en busca de una posición más cómoda y se abrazó al torso desnudo de su novio. Miguel la miraba soñoliento acariciando su cabello a la vez que ella colocaba su mano sobre el bello de su pecho.

- Estoy feliz de tenerte aquí conmigo.- Susurró Miguel.- de haber podido compartirte todo esto, no me gustaba guardarte secretos.

- Me alegra que confíes tanto en mi.- Respondió la chica acomodándose en sus pectorales como si se tratara de suaves almohadas.- Quiero vivir esto a tu lado sin importar que.

Miguel la abrazó pegandola más a su cuerpo si eso era posible y suspiró.

- Nunca me gustó dormir aquí, porque me sentía solo, llegué a pensar que era por la falta de muebles pero contigo aquí se siente como si ya tuviera todo lo que necesito.

- Claro, ahora estás completo, tu chica, un sillón, un colchón y un jabón Zote ¿Qué más podrías pedir?

Había una cosa en la mente de Miguel pero no se atrevió a decirlo, el momento era demasiado perfecto, no quería arruinarlo.

Tal vez el departamento estaba vacío de todo pero el amor abundaba.

Los dos se durmieron haciéndose mimos encontrando descanso del día tan inusual que habían tenido.

***

Por la mañana T/N se despertó con los rayos del sol directamente en su rostro y se ocultó en el pecho de Miguel para evitar la molestia pero aún así no logró dormirse otra vez.

- Mierda.- Dijo la chica sentándose en el colchón.- Cortinas... es lo primero en la lista de compras.- Renegó estirándose de forma perezosa.

Luego miró hacia abajo encontrandose con Miguel que dormía como un niño, la chica sonrió con ternura y le acarició el rostro con suavidad para no despertarlo.

Luego de levantó del colchón, tomó su bolso y fue a meterse al baño, acomodó sus artículos de higiene personal en donde le pareció apropiado y se metió a la ducha con su propio shampoo y jabón.

Dejó correr el agua sobre su cuerpo, empapando su cabello y su piel, se enjabonó y talló su cabello, estaba tan ocupada en eso que no se dió cuenta de que tenía compañía.

Miguel había despertado sólo en su lecho extrañando la presencia de su novia, pasó poco tiempo para que advirtiera el sonido del agua corriendo en la regadera así que se coló en el baño silenciosamente mientras se desnudaba y tocó la mampara de la ducha con sus nudillos sacándole un susto a la joven dentro.

- ¿Qué pasó?- Preguntó ella esforzándose por cubrir las partes más íntimas de su cuerpo.

El bufó con una risita.

- No hay nada que esconder, he visto todo eso desde varios ángulos.- Dijo en tono juguetón.- Me estaba preguntando si hay espacio ahí dentro para uno más.

- Ya casi termino, espera tu turno.

- Mi intención no es darme un baño.- Ronroneó devoradola con la mirada.

T/N se sonrojó y le dió la espalda.

- No seas tonto.

- Esta vez sí traigo los condones a la mano.- Cantureó mostrando una tira de ellos.

En la oscuridad (Miguel O'hara y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora