C2: Rechazo

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Edward

La primera mañana devuelta en este pueblo llegó y yo no podía estar más que fastidiado.

Una noche larga donde la familia no ha parado de pensar en el molesto niño, Alice no ha parado de tener visiones dónde ese niño muere y muy pocas donde nos veía juntos, a mi con esa boba sonrisa y él con esos ojuelos en sus mejillas brillando como si fuera el sol.

Jasper no ha dejado de sentir su dolor a pesar de la gran distancia que teníamos con el lobo molesto y ya que no puedo dejar de usar mi habilidad he estado sintiendo todo lo que ellos han sentido, sus pensamientos intrusivos repitiéndome que debía pensar en verdad y no actuar como un niñato de hace un siglo, que viera el presente, donde estábamos, aunque no lograba comprender por que lo decía, mi presente esta con bella, al igual que mi futuro aunque este fuera difuso según Alice, pero era claro que me quedaría con Bella, después de todo en cada visión me encontraba con ella aunque mi sonrisa era menos pronunciada que con el chucho eso no quitaba mi felicidad de tenerla a mi lado.

Me gustaría decir que esto era todo por lo que pasaba pero no era así, los comentarios sarcásticos con los que me ataca Rosalie no tenían remedio, pero su mente también pasaba en sus momentos con el niño y claro que la afectaba pues sus comentarios se volvían mas venenosos y crueles contra mi y mi amada; Emmett por su lado no ha opinado en lo mas mínimo, es más se alejó tanto de la casa que no he escuchado su voz en horas.

Carlisle y Esme solo se han mantenido al margen deseando que tome la decisión correcta o al menos la menos dolorosa, aunque ya la había tomado hace mucho, pero parecía que nadie quería aceptarlo.

De cualquier manera apenas note al sol salí, en dirección a la casa de mi novia para dejar de escucharlos, ayer había tratado de quedarme pero fui prácticamente arrastrado por Emmett que exigía una explicación.

Al llegar fui bien recibido por los delgados brazos de Bella que me acercaban a sus suaves labios en un beso necesario, acomodando su cabello me maraville con su delicado rostro. Sentir su tenue calor, junto a la vida de todo en ella me daba vitalidad pura.

Subimos a su habitación entre besos suaves que nos dábamos, sentir su exquisito olor me dejaba embriagarme completamente, acomodarla contra su cama me daba un emoción intensa y ahí lo noté, el regalo que le había dado el chucho ya no estaba en su cabecera, tampoco podía sentir su olor en ninguna parte, solo el olor de Bella.

Mi amada Bella que estaba tan ansiosa de tenerme de vuelta, aferrándose a mi cuerpo con su poca fuerza, tenia que ser muy cuidadoso con ella pues podría terminar lastimándola con la brutalidad de mis movimientos, así que la toque con el mismo cuidado con el que cuidarías a una rosa, maravillándome con su cuerpo, paseando mis manos por sus delgados músculos que ahora se notaban mas leves que antes.

Ignorando mis cuestiones me separe del beso para llevar a clases como acostumbraba antes dejando que pasará su tiempo ahí, prometiendo estar para cuando saliera, claro que era una sorpresa que aun estuviera en el colegio, después de todo la había dejado a medio ciclo estudiantil del último año y ya no debería estar en este, pero aquí estaba entrando al colegio con tranquilidad.

No logre reconocer a nadie que estuviera en su grado pero poco importo pues ninguno le tomaba mucha atención a la joven, más que una simple mirada que la tomaba con indiferencia.

Aunque no pude evitar sorprenderme por los pensamientos de uno de los profesores que la había visto y solo rogaba que no se metiera en problemas como lo hizo en los últimos meses, razón por la que tuvieron que darle de baja, aunque se negaba a recordar lo ocurrido.

Impronta - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora