Capítulo 1: Celos desbordados

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Después de que Tay se fue Time trató de hacer su vida normal, pero no fue fácil, sus amigos intentaron ayudarlos, Porsche sobretodo. Nunca pensó que el chico se convertiría en unos de sus apoyos más cercanos, la cosa era mutua. Pues Porsche estaba teniendo ciertos problemas con Kinn y pasaba más en casa de Time.

#Un mes después que se fuera Tay#

— Creo que no es bueno que lo pases acá —dijo Time sentado en el sofá con la vista en el televisor.

— ¿Ya te cansaste de mí? —Porsche estaba tomando una cerveza.

— No, pero en algún momento Kinn se olvidará que somos amigos y me matará, pensando que tú y yo tenemos algo.

— Él no haría eso.

— No lo conoces tan bien Porsche —Time se giro a ver al moreno—, dime la verdad, ¿esto es solo por qué no quiere contarte de Tawan?

— Es que... cada vez que mencionó el tema, dice que no quiere involucrarme y que es mejor si trata con ese tema solo, un montón de tonteras.

— Yo pienso como él.

— Time soy su novio, se supone que debemos luchar juntos.

— Hay cosas que no te competen Porsche, sí Tay no hubiese nacido en este ambiente y yo lo hubiese conocido por fuera, tampoco querría verlo involucrado.

— Pero ese chico está detrás de mí.

— No solo de ti, también de Pete.

— Ya pero Pete sabe quién es y conoce el juego de ese tipo, pero yo estoy en blanco —Porsche se levantó para ir por algo más fuerte—, cada vez que hablo de esto es molesto.

— Y me dices a mí que no beba demasiado.

— Sí, pero yo puedo beber, tú no —Porsche se sentó con una botella de tequila en mano—, y deberías dejar esos cigarros que te da Vegas.

— Solo son para estar más tranquilos —Porsche tomó directo de la botella—, otra vez terminaras durmiendo acá.

— No importa... a Kinn no le importa.

Time lo acompaño con unas cervezas y luego sacó uno de sus cigarrillos, cuando lo prendió Porsche le pidió una fumada y Time se la negó, pero el moreno insistió tanto que no pudo decir que no. Luego de fumarse entre los dos casi dos cigarros estaban bastante volados y borrachos, ya que se bebieron todo el tequila. Estuvieron cantando y bailando como locos un buen tiempo, hasta que ambos se quedaron dormidos en el sofá.

La mañana los encontró durmiendo abrazados, más bien Porsche estaba sobre el cuerpo de Time y tenía al pelinegro abrazado, mientras una de las manos de Time abrazaba la cintura de su amigo. Para cualquiera eran dos borrachos que se durmieron en esa posición, ya que el olor a alcohol y marihuana inundaba el aire, pero para un hombre con características de macho alfa y dominante, además de celoso, pues no era nada normal.

— Te despiertas en tres tiempos o te disparo en la cabeza —Kinn tenía el arma sobre la cien de Time, el cual al sentir la voz de su amigo y el frio del arma en su cabeza se levantó muy rápido, tirando a Porsche al suelo en el proceso.

— Mierda... Time... no son formas... —Porsche vio la cara asustado de Time y sus manos arriba, volteó el rostro y vio a Kinn apuntándole con un arma—, dios santo, ¿quieres bajar esa arma?, por favor.

— Ahora lo defiendes —Kinn estaba cegado por los celos—, supongo que lo pasaron tan bien anoche.

— Kinn... estás loco amigo —Time trato de hablar y Kinn le sacó el seguro al arma.

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