Prólogo

41 8 11
                                    

La noche fría y oscura estaba presente aquel momento. Solo se sentía ese aire frío que te hacía pensar en todos tus miedos que te acompañaban desde la infancia. Escalofríos sintieron todos los Gatos alrededor del claro, algunos tenían el pelaje erizado y otros estaban temblando pero mostrando su mayor orgullo. 

—Por favor, escúchenme—Alzó la voz una bella doncella con el pelaje blanco y pecas negras. —¿Enserio creéis que se va a presentar? Solo nos mintió cuando nos lo dijo, quería jugar con nosotros como si fuéramos su presa. —Maúllo alto para que todos los escucharan, pero con esa mirada de decepción.

—¡La culpa es de los curanderos! Estrella Audaz, ¡Tienes que expulsare!—bufó un gato de color azul oscuro casi negruzco.

—¿¡Qué!?—siseo un gato, para luego saltar de una rama y dirigirse al gato azul que había dicho la palabra—Cenizas de Mirlo, entiendo que seas un corazón de Zorro con un cerebro de Pulga, ¡Pero no es nuestra culpa!—Le siseo la última palabra a la cara, probablemente a unos 5 centímetros. 

Todos los gatos alrededor se quedaron mirando, observando la situación e intentando no interrumpir para que el Clan Estelar haga sus acciones. Estrella Audaz estaba mirándolos, también. Pero en su expresión parecía estar lidiando con sus pensamientos de cual sería su próximo movimiento. 

—Yo...-

—¡Basta!—Interrumpió la felina de color blanco, Estrella Audaz—Cenizas de Mirlo, has estado mal en culpar a los sabios de nuestro clan—Se dirigió a el—Sabes que ellos captan los mensajes del Clan Estelar, si el Clan Estelar se equivoca no es culpa de los curanderos.—Hizo una pausa, y luego mirando al cielo—Es de ellos.

Muchos gatos se voltearon a mirar a Estrella Audaz con cara de incredulidad.

—¿Estas dudando del conocimiento del Clan Estelar?—pregunto un macho, era bajito y tenía un pelaje de color crema. Parecía un coyote.

—¿Y qué, Estrella de Coyote?—respondió Cenizas de Mirlo—Todas las lunas siempre se equivocan, nos mandan una profecía absurda o simplemente nos hacen preocupar por algo que ni siquiera ocurre al final.

—¡Pero si hace un segundo estabas culpando a los curanderos!—respondió aquel macho parecido a un coyote.

—Estrella Audaz me acaba de hacer cambiar de opinión, el Clan Estelar es el enemigo. —maúllo Cenizas de Mirlo, para luego ver a Estrella Audaz.

—¿Enserio?—siseo Estrella de Coyote—No recordáis que el Clan Estelar os ha estado ayudando durante todas estas lunas. —Miró al suelo—Yo...¡Clan del Trueno, a casa!

Los guerreros del Clan del Trueno vacilaron por un momento, mirando a los otros clanes. Pero al ver que Estrella de Coyote se lo tomaba enserio al final optaron por seguirlo. La oscura noche seguía, se oían ruidos de búhos ululando. De un momento a otro empezó a chispear, y ese chispeó se convirtió en una lluvia bastante espesa.

—¡Gatos de los clanes!—maúllo Estrella Audaz—¡Al campamento! ¡Rápido, Clan del Río!

Los demás líderes con una expresión de disgusto llevaron a su Clan al campamento. Estrella de Coyote parecía adelantarlos, pues había salido antes. Aunque claro, no era una carrera pero quien llegaba primero era el que más se resguardaba. 


El Villano Perdido | La Luz Invisible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora