Capítulo 4: Por fin

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Ya habían pasado varios días desde que Pequeño Caracol se había quedado ingresado en la guarida de Polilla Amarilla, al final ella había descubrido que Pequeño Caracol tenía unas tenues marcas de heridas provocadas por zarzas. Polilla Amarilla había ordenado que Pequeño Caracol se quedara en su guarida, él ya estaba perfectamente pero ella temía que Ala de Mirlo hablara con el. 

—Pequeño Caracol—maúllo Polilla Amarilla.—Mañana saldrás de la guarida. Pero quiero que me prometas una cosa—Polilla Amarilla se acercó a Pequeño Caracol y se agachó—Ala de Mirlo no es una buena madre. No quiero que vuelvas a salir del campamento solo por saber cosas de ella. Si quieres que yo te cuente su historia; te la cuento.—maúllo—Pero no salgas.

Pequeño Caracol se sorprendió y a la vez se enfadó—Es mi madre—gruñó Pequeño Caracol—Tú no sabes lo que se siente.—Se separó—Yo se que es una buena madre, solo que no tiene tiempo para darme caricias. 

Polilla Amarilla miró a Pequeño Caracol decepcionada, pero cambió la mirada y se dirigió hacia donde estaban sus hierbas. Pequeño Caracol corrió detrás de Polilla Amarilla, a pesar de que estaba enfadado con ella le interesaba ver que hacía. Polilla Amarilla miró a Pequeño Caracol de nuevo.

—No te voy a enseñar más de curandería—susurró—Estrella de Coyote no me lo permite. 

Pequeño Caracol giró la cabeza en modo de negación—No quiero que me enseñes más, solo quiero ver que haces. Es aburrido estar haciendo nada todo el día. —maúllo, luego recordó que Polilla Amarilla se había ofrecido a contarle el pasado de Ala de Mirlo—De hecho...¿cuando termines puedes contarme el pasado de mi madre? —maúllo con timidez. 

Polilla Amarilla sonrió y asintió, luego agitó la cola y le indicó que volviera a su lecho. Pequeño Caracol le hizo caso y corrió hacia su lecho, se acomodó y se sentó. Polilla Amarilla jugó con algunas de sus hierbas, mezclándolas y luego se volvió a Pequeño Caracol.

—Es una historia muy larga—dijo Polilla Amarilla—Pero te lo diré. Solo no le digas a Ala de Mirlo que te lo conté, ¿sí?

Pequeño Caracol asintió. —¡Lo prometo! 

—Bueno, pues cuando éramos aprendizas nos llevábamos muy bien. Zarpa de Coyote era un acosador con ella, y yo siempre la apoyaba. Aunque bueno, tú madre de pequeña era igual a Nube de Chuche. ¡Siempre estaba hablando! Y nunca se callaba, le encantaba jugar con todo y su mentor la odiaba. —Polilla Amarilla soltó una risa con risueño.

—¿Enserio? —preguntó Pequeño Caracol.

—Sí. —susurró Polilla Amarilla—Pero un día se enamoró de un solitario. Nunca me dijo su nombre, no me dijo nada de él. Lo único que sabía era que tenia una relación secreta con el. Creo que era un Minino Doméstico, una vez lo alcancé a ver con un collar. —maúllo con un poco de duda. Pequeño Caracol se sorprendió—Nos hicimos guerreras y me contó algo...—miró a Pequeño Caracol—Estaba embarazada. 

Pequeño Caracol movió su cola y saltó—¿¡Tengo un hermano!?—chilló. Polilla Amarilla giró la cabeza, evitando la mirada con el. Pequeño Caracol se quedó paralizado unos segundos, y luego bajo las orejas.—Sigue contando. 

—Antes de que nacieras, aquel gato empezó a actuar muy extraño. O bueno, eso me dijo ella. El Minino Doméstico empezó a arañar a Ala de Mirlo por cualquier cosa que dijera. Siempre regresaba del campamento con heridas bastante graves...Al final Ala de Mirlo se separó de él, pero no sabe si sigue vivo—susurró.—Tu naciste, pero ella estaba desesperada. No quería ver nada más de ese gato, no quería recordarlo nunca más.—maúllo—Ella temía que te convirtieras en el. 

Pequeño Caracol se enfureció—¡Yo nunca haría eso! ¡No soy capaz de herir a Ala de Mirlo!—luego se puso rabioso—¿Quien es capaz de hacerle eso a ella? ¡Mataré a aquel gato!

Polilla Amarilla se río—Seguro ya está muerto...De igual manera, seguiré culpando a Ala de Mirlo por lo que te hizo. Ella ya no es mi amiga, es una mala persona. No merece ser de nuestro Clan.

Pequeño Caracol desenvaino sus garras mientras se erizaba—¡¿Que dices!? ¡Corazón de zorro! —siseo Pequeño Caracol.

Antes de que Polilla Amarilla pudiera contestar, Tormenta Granizada entró a la guarida de los curanderos. Venía cojeando, parecía que algo le había pasado en su pata.

—Hola, Polilla Amarilla—maúllo el macho blanco. Miró a Pequeño Caracol con sus ojos lavanda y luego sonrió—Veo que Pequeño Caracol se ha acostumbrado a estar aquí, ¿No querrá convertirse en curandero? —Polilla Amarilla lo miró dudosa y luego Tormenta Granizada se sonrojó—Bueno, no he venido a hablar sobre eso. No se lo que le paso a mi pata, pero me duele mucho. 

Pequeño Caracol todavía estaba enfadado, pero se relajó. Polilla Amarilla se acercó a ver a Tormenta Granizada. Polilla Amarilla observó bien la pata de Tormenta Granizada, luego puso su pata encima y bajo la pata de Tormenta Granizada. Tormenta Granizada se quejó.

—¡Ay! —chilló.

Polilla Amarilla solo asintió.

—Tienes una espinilla —maúllo. Polilla Amarilla se acercó más y con sus fauces arrancó la espinilla que tenía Tormenta Granizada.

—¡Ay!—volvió a chillar Tormenta Granizada. Aunque puso su pata en el suelo y ya no sentía dolor—Gracias, Polilla Amarilla—maúllo, aunque Tormenta Granizada estaba un poco sonrojado—Parezco un cachorro, quejándome por una espinilla.

Polilla Amarilla soltó una carcajada, aunque Pequeño Caracol simplemente miró hacia otro lado enfadado. «¡Yo no me quejaría por eso! ». Tormenta Granizada solo se despidió de Polilla Amarilla con su cola y salió de la guarida. Polilla Amarilla miró a Pequeño Caracol enfadada.

—¿Como te atreves a insultarme de esa manera?—preguntó, enfadada—Soy tú curandera. Si algún día te haces daño, te curaría. Pero con esas actitudes me dan ganas de arrancarte las orejas. 

Pequeño Caracol se erizo y agachó las orejas—¡No sabes lo que dices!—bufó—Me da igual lo que digas, Ala de Mirlo se quedará en el Clan. Yo podré cuidarme de mi mismo si no deseas sanar mis heridas—siseo.

Polilla Amarilla entrecerró los ojos y solo suspiró, para luego agacharse con las orejas caídas.

—Eres solo una cría...Lo entenderás algún día. —Pequeño Caracol estuvo apunto de hablar, pero Polilla Amarilla no le dejó—Eso no importa ahora. Sigo preocupada, Ala de Mirlo últimamente se la pasa mucho tiempo fuera del campamento, ¿Crees que está volviendo con aquel gato?

Pequeño Caracol no quiso responder, solo soltó un pequeño bufido.

Polilla Amarilla solo se volvió a su almacén de hierbas y se puso a mezclarlas, al ver que Pequeño Caracol no respondía su pregunta.


//Aquí ha terminado el capítulo. Woah, ahora que lo vuelvo a leer, me doy cuenta que parece la súper edición de "Pequeño Caracol" JKAJQJA, pero no os preocupéis que en capítulos más adelantes empieza lo bueno. 🥹


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⏰ Última actualización: Sep 15, 2023 ⏰

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El Villano Perdido | La Luz Invisible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora