Historias de terror para contar en la oscuridad

La casa del bosque oscuro

A veces veo sombras... Lo curioso esque siempre me señalan, o se acercan hacia mí lentamente... Pero esta vez, en vez de que algo de esto ocurra, han gritado fuertemente: "Vas a morir hoy"...

Había una vez un pequeño pueblo rodeado por un bosque oscuro y misterioso. Allí, en lo profundo del bosque, se encontraba una antigua casa abandonada que los habitantes del pueblo llamaban "La Casa del Bosque Oscuro". Se decía que estaba maldita y que ninguna persona que se aventurara en su interior saldría con vida.
Un día, un valiente escritor llamado Lucas decidió investigar y descubrir los secretos que ocultaba la siniestra casa. Armado con su valentía y una linterna, se adentró en el bosque en busca de la Casa del Bosque Oscuro.
A medida que se aproximaba, la oscuridad parecía envolverlo todo. Una puerta que crujía al abrirla reveló el interior deteriorado y polvoriento. Lucas se adentró cautelosamente, sintiendo cómo el ambiente se volvía cada vez más opresivo.
Las paredes parecían susurrarle secretos y las sombras danzaban alrededor de él. Pasillo tras pasillo, habitación tras habitación, Lucas exploró cada rincón de la casa mientras una paranoia creciente lo invadía.
De repente, una puerta chirriante se cerró detrás de él, encerrándolo en una habitación llena de maniquíes desgastados y miradas vacías. El aire se volvió pesado, haciéndole difícil respirar. Lucas comprendió que no estaba solo.
Mientras avanzaba, cada paso era como una tortura, susurros invisibles parecían acecharlo y las sombras vivientes se movían a su alrededor. Cada vez más atrapado en la agonía del terror, Lucas luchaba por mantener la cordura.
En medio de la angustia, descubrió un viejo diario en una repisa. Sus páginas estaban llenas de descripciones macabras y confesiones de aquellos que habían entrado en la casa y perdido la batalla contra el mal que la habitaba.
Lucas comprendió que la Casa del Bosque Oscuro estaba perdida, condenada por una presencia maligna que se alimentaba del miedo humano. Decidió que no podía permitir que ese mal se propagara más allá de las paredes de la casa.
Con cada gramo de valentía en su cuerpo, Lucas encontró una salida de emergencia y, sin mirar atrás, escapó de la Casa del Bosque Oscuro. Al llegar al pueblo, advirtió a sus habitantes del peligro y juntos decidieron sellar la casa para siempre, evitando que otras almas valientes se perdieran en su interior.
Desde aquel día, la Casa del Bosque Oscuro permaneció en silencio, como una advertencia sombría para aquellos que osaran acercarse. La valentía de Lucas y su determinación por enfrentar al mal habían dejado una marca imborrable en la historia del pueblo.
Y así, la Casa del Bosque Oscuro se convirtió en un recordatorio constante de que en las sombras más profundas yace un mal del que debemos protegernos, y que a veces, el verdadero valor está en evitar esas tentaciones siniestras que acechan en lo desconocido.