¿Cuántas veces tengo que decirte que no te tengo miedo? Y le disparé en la cabeza otra vez.
Una niña de siete años se había quedado con su abuela en su pequeño piso porque sus padres se habían ido al cine. Todo fue normal, cenaron y se rieron un rato charlando juntas. A las diez de la noche, la abuela se puso a hacer labores de costura, y la niña se puso a ver la tele, pero de repente a la abuela le entró una sed increíble, y le dijo a su nieta si le podía traer un vaso de agua.
-Está oscuro -dijo la niña.
-No temas, sigue el pasillo, que justo al lado de la puerta del baño hay un interruptor.
La niña se decidió, y al entrar al pasillo no veía nada porque estaba muy oscuro, por lo que se arrimó a una pared y fue palpando y tanteando a ciegas en busca de un interruptor. Al seguir andando y llegar al marco de la puerta del baño, se paró y siguió tanteando, y de repente notó como una mano huesuda intentaba arrastrarla a la oscuridad del baño. La niña logró apartarse y fue llorando a su abuela. Desde entonces, la niña está en tratamiento psicológico. ¿Que pasó, si solo estaban ellas dos en la casa y la abuela estaba en el salón cosiendo?
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Historias de terror para contar en la oscuridad
HororEn este libro encontrarás los mejores relatos e historias de terror cortas que puedas leer jamás. Desde clásicos de Stephen King muy resumidos, como 'It', hasta leyendas de terror urbanas como 'Golpes en el coche' o la famosa leyenda mexicana de 'La...