30 días

Septiembre 05

Akane

Entro a la casa intentando no hacer ningún ruido, ya es tarde y probablemente Ranma esté dormido, no puedo creer que esta salida de hermanas se extendiera hasta estas horas, pero una vez que Nabiki le contó a Kasumi sobre mis novelas, Kasumi no descansó hasta que le contara toda la historia, y además insistió en que quería leer mis escritos.

Obviamente me negué, que mis hermanas, mi papá o los tíos me lean, es como abrirles la puerta e invitarlos a que nos vean cuando tenemos intimidad. Menos mal que cuando se los expliqué entendieron mis razones, solo espero que no les gane la curiosidad, ¿a quién engaño?, mi familia nunca ha sido muy discreta que digamos, lo más probable es que en estos momentos estén leyendo alguno de mis libros.

Coloco mis llaves sobre la mesa de la entrada y es cuando noto que Ranma está dormido en el sofá de la sala frente al televisor donde puede verse un partido de béisbol. Probablemente se quedó dormido esperándome.

Me acerco y le doy un beso en la frente, en ese instante en la pantalla del televisor se ve como a uno de los jugadores le han pegado con la bola en la frente.

Esto me da una idea...

.

.

Ranma

Estoy completamente deshecho, cuando acepté meterme en la liga de béisbol con los compañeros de trabajo no pensé que sería tan difícil, me llevo la mano a la cabeza, no tengo fuerzas para moverme, solo quiero llegar a mi departamento, desplomarme en el sofá más cercano y dormir hasta el próximo año.

"Ranma, ¿qué te sucedió?" – mi hermosa novia se levanta del sofá y se acerca para tocar mi evidente golpe en la cabeza

"Tuve un pequeño percance en el juego de béisbol con los chicos" – aprieto mis dientes cuando siento el pinchazo de dolor al sentir la presión de los dedos de Akane

"Siéntate, te buscaré algo de hielo" – se dirige rápidamente a la cocina mientras me desplomo en el sofá, recuesto mi cabeza en el respaldo y cierro mis ojos

"¿Te duele mucho?" – murmura dulcemente colocándome una bolsa de hielo en el golpe

"Un poco" – contesto sin abrir los ojos

"Tómate esta pastilla, te hará sentir mejor" – me la coloca en la mano y me pasa un vaso con agua

"Gracias" – susurro tomándola de la nuca y atrayéndola hacia mi para besar sus labios

"Deberías ir a recostarte a la cama" – me dice con tono preocupado – "Espera, quizá eso sea peligroso... ¿te revisó un doctor?"

"Es solo un pequeño golpe Akane, no exageres" – trato de calmarla

"No, podrías sufrir una contusión" – explica nerviosa mirando fijamente el golpe en mi frente – "Deberías evitar dormir" – se acerca y acaricia mi rostro amorosamente

Por primera vez desde que entré al departamento noto lo que trae puesto, una pequeña y fina camisola de tirantes y un diminuto short que deja al descubierto sus torneadas piernas.

"Creo que tengo la idea perfecta para no quedarme dormido" – la tomo de la cintura y la jalo para hacerla caer sobre mis piernas

"¿Ah sí?" – dice colocando sus manos alrededor de mi cuello

"Si, pero no tengo muchas fuerzas y creo que la mayor parte del trabajo deberás hacerla tú" – murmuro en su oído antes de morder el lóbulo de su oreja y recorrer el costado de su rostro con mi nariz