Septiembre 06

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Akane

Deslizo mis dedos por la pantalla del teléfono revisando mis redes sociales, sé que debería estar escribiendo, pero realmente no tengo idea de que hacer con el capítulo de hoy, de pronto veo una publicación que llama mi atención.

'Día mundial del sexo oral, cada 6 de septiembre se celebra este día, que hace alusión a la famosa postura del kamasutra y la favorita de muchos, el 69'

Interesante, no sabía que existía tal celebración, intrigada me meto a buscar información en internet y observo diferentes imágenes y un par de videos que llaman poderosamente mi atención.

Quizá podría intentar escribir...

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Cuando mis amigas me regalaron un vale por un masaje relajante por mi cumpleaños, nunca imaginé que pudiera suceder algo como esto.

Estoy aquí en esta mesa, completamente desnuda y cubierta únicamente por una diminuta toalla que apenas logra cubrirme el trasero y cada centímetro de mi piel está siendo acariciado por las fuertes y experimentadas manos del hombre más atractivo que he visto en mi vida.

Es alto, con músculos definidos, rostro varonil, manos grandes, ancha espalda, estrecha cintura, piernas fuertes, cabello negro y largo atado en un moño en lo alto de su cabeza y lo más impresionante son sus profundos e intensos ojos azules. Creí que me había equivocado de cuarto, porque ¿cómo es posible que éste sea el hombre que va a darme un masaje?, es como salido de mis más secretas fantasías.

"Disculpa, ¿eres Ranma?" – pregunté nerviosa agarrando fuertemente el borde de la toalla

"Si, ¿estás lista para tu masaje?" – contestó señalando la camilla

La forma en que sus ojos me recorrieron de pies a cabeza hizo temblar mis rodillas y cuando intenté caminar me tropecé y caí en sus fuertes brazos, él sonrío de medio lado y sin decir una sola palabra me ayudo para subirme a la mesa.

"Quítate la toalla y ponte boca abajo" – me indicó.

Sus palabras hicieron que se me acelerara el corazón en un instante, ¿desnudarme frente a él?, no sé si estoy preparada para tener sexo con un desconocido, Ranma se dio cuenta de mi reacción y con una sonrisa divertida me dijo

"Quise decir que te acuestes boca abajo y cubras tu..." – se pasó las manos por su propio trasero, su redondo y tremendamente exquisito trasero debo añadir

Con la cara roja de vergüenza, seguí sus instrucciones y me coloqué en posición.

No puedo explicar la sensación de completo éxtasis que siento en los más profundo de mi ser cada vez que sus manos acarician mi piel, cada pequeño punto que tocan sus dedos manda una serie de choques de electricidad por todo mi cuerpo que hacen que se humedezca mi entrepierna.

"Estás muy tensa" – murmura acercándose a mi oído – "Relájate"

Su profunda voz está haciendo estragos en mí, cada palabra suya resuena en mi interior haciendo que mi intimidad se humedezca un poco más y un suave gemido se escape de mis labios.

"Lo siento" – digo tapándome la cara con las manos de la vergüenza

"No lo sientas" – dice con la voz ronca mientras desliza sus manos por debajo de la toalla hasta llegar a mis glúteos – "¿Puedo?" - asiento con la cabeza todavía hundida en mis manos.

Él comienza a masajear mi trasero con enérgicos movimientos circulares, hundiendo sus dedos en mi carne y apretando con fuerza.

"Oh, Ranma..." – jadeo ahogada

30 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora