Capítulo #9

23 0 0
                                    

Los días para Len fueron iguales e incluso más bruscos, vivía con aquel hombre siendo follado, teniendo que masturbarlo o chupando su pene para poder dormir o comer, era una verdadera tortura para Len tener que dar su cuerpo día y noche a Kaito por necesidades básicas. Len sentía que no podía aguantar más, habían días que incluso luego de obedecer a Kaito terminaba vomitando por el asco y el dolor que sentía.

Un día Len notó que Kaito lograba salir de ese lugar sin problemas, necesitaba saber como salir hasta que notó una puerta de metal en aquella habitación, mientras Kaito empezaba a preparar algo de comer para Len luego de volver a follarlo como un animal Len se levantó con dificultad y se acercó a la puerta tratando de abrirla, al notar que estaba bloqueada empezó a buscar una llave en silencio, no quería que Kaito notara lo que estaba haciendo.

Len empezaba a desesperarse al notar que el tiempo se le acababa, se acercó a la puerta de nuevo empezando a golpearla y tirar de esta luchando por abrirla, Kaito logró escuchar esto aunque lo ignoró, sabía que Len no podría salir así que solo lo dejo luchar, Len no había notado la presencia de Kaito por tratar de abrir la puerta, el ruido del metal siendo golpeado llenaba el lugar pero nadie más que Kaito podría escuchar a Len.

Kaito en lugar de sentir lástima por Len puso su mano debajo de la cama sacando de esta lo que parecía ser un bate, empezó a acercarse a Len en silencio mientras lo veia, Kaito levantó el bate preparandose para golpear a Len cuando notó que este cayó de rodillas frente en la puerta y empezaba a llorar y rogar por libertad.

-Déjenme salir..quiero irme de aquí porfavor..- la voz de Len estaba temblorosa mientras lloraba y se quedaba de rodillas frente a la puerta, necesitaba salir de aquel lugar horrible en el cual solo era un esclavo sexual.

Kaito volvió a guardar el bate y se fue de la habitación, dejaría que Len hiciera su drama, sabía que de todos modos este volvería en la cama en la noche aunque esta vez se había equivocado, las horas pasaron y Len no salía de este lugar, ya ni siquiera caían lágrimas de los ojos de Len aunque era notoria su tristeza.

Kaito acercaba la comida a Len, le acerco mantas, pero nada servía, Len no aceptaba nada de aquel hombre asqueroso que solo lo uso para su propio placer y ni siquiera se detuvo cuando sangró la primera vez, la noche ya había caído, Kaito estaba en la cama leyendo otra vez y Len estaba aún sentado frente a la puerta, podía notarse lo cansado que estaba pero no era capaz de dormirse, Kaito vio a Len de reojo al parecer sintiendo por primera vez pena por aquel adolescente, se levantó de la cama tomando una manta para acercarse a Len.

-Niño, si no vas a ir a la cama debes abrigarte, la noche es fría aun aquí arriba.- Len ignoraba las palabras de Kaito solo viendo a la nada como si ya estuviera muerto por dentro, Kaito suspiro y cubrió a Len como podía para luego volver a la cama.

Las horas pasaron, Kaito no quería dormir sin estar seguro que Len ya estuviera dormido también, tenía miedo que el adolescente escapara mientras esté estaba dormido, seguía pasando el tiempo hasta que Kaito escucho a Len roncar, volteo a verlo notando que había caído al suelo dormido, Kaito suspiro solo acostándose en la cama para poder quedarse dormido al fin luego de tanto esperar.

Len parecía dormir como si nunca lo hiciera, fue una pelea para poder despertarlo ya que Kaito sabía que este necesitaba comer al menos el desayuno. Len despertó por si solo notando que estaba cubierto con una manta, tenía un peluche pequeño de conejo a un lado y platos de comida a su alrededor, no entendía lo que estaba pasando por la "amabilidad" de aquel hombre pero rechazo todo lo que había, se levantó del suelo solo para dirigirse al baño y para poder hacer sus necesidades y limpiarse luego de dormir en el suelo, tenía sus ojos con unas ojeras horribles que parecían quitarle su apariencia infantil frente a aquel hombre.

El hombre ni siquiera notó cuando el menor paso hacia el baño, solo seguía cocinando algo agotado ya que se había despertado temprano para asegurarse que Len no escapara despertando antes que él y logrando encontrar la llave de la puerta metálica.

De repente se pudo escuchar un golpe desde el baño haciendo que Kaito notara la presencia de Len en el baño, fue casi corriendo para ver que era lo que estaba sucediendo con este, cuando logro entrar al baño encontró a su pequeño esclavo sexual desmayado en el suelo del baño, no dudo en tomarlo en brazos y llevarlo a la habitación, creía que había acabado con la vida de su pequeño por haber sido tan rudo con él al follarlo.

Kaito hacia lo que podía para tratar de despertar al menor que la única señal que daba de estar con vida eran sus latidos débiles y su respiración casi ni notable al ojo, Kaito estaba desesperado, no se podría perdonar perder a alguien por el cual sacrificó tanto hasta que luego de unos minutos Len abrió sus ojos y se sentó en la cama casi totalmente aterrado sin saber ni siquiera donde estaba.

Kaito al notar que su pequeño estaba despierto no pudo evitar sonreír aunque este casi de inmediato lo alejo de una patada en el pecho por el miedo de que este probablemente le hubiera hecho algo mientras estaba en la cama desmayado aunque era algo posible, por alguna razón Kaito ni siquiera tocó a Len o lo beso, verdaderamente se preocupo por este como si su amor no fuera solo un deseo sexual ante el menor, algo que ni siquiera él entendía si era un amor sincero o solo era parte de su lujuria.

Mí gran dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora