Capítulo 24

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—Gutiérrez. —llamó Jaehyun, usando el alias del hombre para no alarmarlo. El hombre estaba de pie en la puerta de su apartamento, con una bolsa de basura en cada mano, su mirada iba de un lado a otro, como una ardilla decidiendo si debía correr al interior de la casa o continuar con su misión actual.

Jaehyun alzó ambas manos. —Escucha, hombre. Solo necesito hacerte un par de preguntas acerca de Huang Renjun.

El hombre de cabello oscuro frunció el ceño. —¿Quién?

—Huang Renjun. Se hace llamar Junnie en los sitios de streaming. —Antes incluso de terminar la oración, sabía que Ángel no era su hombre. El tipo claramente no reconocía a Renjun por su nombre.

Ángel bajó lentamente las bolsas de basura, su mirada se movió hacia la derecha mientras que parecía devanarse los sesos. Jaehyun vio el momento justo en el que el hombre reconoció a Renjun por quién era. —¿El chico cuyo cheque de pago siempre se estropea en nuestro sistema? ¿Qué hay acerca de él?

Jaehyun negó con la cabeza. —No importa.

—Espera —gritó Ángel—. ¿Les dijiste a los de seguridad de mi trabajo acerca de esto? ¿Es por eso que querían verme?

Jaehyun no se molestó en responderle. Prefería dejarlo sudar. Estaba a la mitad de los escalones del frente del edificio cuando vio la camioneta de Johnny estacionada en el medio del estacionamiento. Johnny estaba agachado junto a la puerta abierta del lado del pasajero en el auto de Jaehyun. Sus dedos se deslizaban encima de algo y luego lo frotó entre sus dedos para después limpiarlo en la tela de los jeans. La mirada de Jaehyun se disparó hacia el asiento del pasajero de Johnny, su corazón se disparó cuando vio que estaba vacío. Empezó a correr.

—¿En dónde está? —gritó.

Johnny se enderezó. —Acabo de llegar. —dijo Johnny—. Se ha esfumado.

Jaehyun empujó a Johnny con fuerza, golpeándolo contra el auto. —¿Qué diablos quieres decir con que se ha esfumado? Él no pudo haberse ido. Me ausenté menos de cinco putos minutos. Tiene que estar por aquí en alguna parte. ¿Revisaste para ver si trató de seguirme? Quizás esté paseando por el complejo de apartamentos. O esté perdido.

Sonaba ridículo incluso para los propios oídos de Jaehyun. Johnny dejó que Jaehyun agarrara su camisa y lo sacudiera como a un muñeco de trapo antes de colocar ambas manos sobre sus hombros. —Para. Creo que alguien se lo llevó. Deja de alterarte y escúchame.

Jaehyun se desplomó, tratando de obligar a su cerebro a detener los pensamientos acerca de los múltiples resultados horribles que funcionaban como un bucle interminable y causaban agujeros en su corazón palpitante. Renjun se había ido. Jaehyun le había dado la espalda durante cinco minutos y alguien le había arrebatado a Renjun justo debajo de sus narices. No, no debajo de sus narices. Si hubiese llevado a Renjun con él escaleras arriba, o al menos hubiera esperado a que Johnny llegara, esto no habría sucedido. Jaehyun soltó un grito ronco y golpeó con el puño la ventana trasera del puesto de pasajero, el dolor le atravesó la mano y el antebrazo.

Johnny le dio una mirada dura. —¿Te sientes mejor ahora? ¿Estás bien? Necesito que te concentres, mierda.

La mano de Jaehyun palpitaba, pero asintió. —¿Qué encontraste?

—Sangre, pero no la suficiente para pensar que está herido de muerte.

Johnny le ofreció la mano a Jaehyun para que pudiera ver los leves restos de la sangre de Renjun en sus dedos. Quizás se trataba de la sangre de Renjun. Quizás era la sangre del acosador. Lástima que no era de ninguna ayuda para averiguar quién se lo había llevado.

【𝖘┃ 𝖕┃ 𝖊】 ||ᴊᴀᴇʀᴇɴ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora