Capítulo 1

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   24/09/22

Sus ojos color café son para mí como una pistola para una asesino. No puede vivir sin ella, pero cuando la tiene en sus manos nadie esta a salvo. Si lo tuviera en mis manos, si pudiera acariciar su blanca y lisa tez, si pudiera sentir sus labios junto los míos, unidos... dependería tato de él, que haría lo que quisiera, mataría por él, daría mi vida por él, odiaría por él. Es a la persona que más temo, porque es mi debilidad, mi punto débil. Yo nunca he tenido debilidades, jamás se me dio algo mal (bueno aparte de dibujar, cantar y ser puntual...)ni me metí en problemas (quitando alguna discusión con unas cuantas personas...) ni tuve miedo a nada (obviando la oscuridad, las arañas y los libros de Stephen King) pero ahora a mi 14 años veo todo muy distinto, veo más de lo que veía y a la vez no veo nada porque cada vez que cierro los ojos, cada vez que me dejo llevar por mi imaginación, por mis sueños, lo veo a él. Sé que suena cursi y patético, pero es la verdad. 

 Me senté en la última fila, en el pupitre más alejado de la puerta. Desde allí le puedo estar observando horas sin que nadie se dé cuenta. Nadie se fija en los chicos y chicas de la última fila, ni siquiera él. Las clases van pasando, las hojas de mis apuntes están en blanco, en su lugar en mi mesa escribo su nombre y el mío, unidos por un corazón. El timbre marca el final del día, recojo los libros y los guardo en mi mochila. El mero hecho de pesar que hasta mañana no le voy a volver a ver me hace sentirme mal. Me pongo el abrigo y marcho de clase el probablemente ya estará fuera del instituto, ya que suele ser de los primeros al salir. 

 Entre tanta gente intento ver a mis amigas y con mucha suerte consigo localizarlas no muy lejos de donde estoy, me abro paso como puedo y me acerco a ellas. Están hablando del tiempo, no me interesa. De repente alguien me agarra por la mochila y me tira hacia ella, es mi mejor amiga y su novio. Él le susurra algo a ella y ella se ríe, me sigue agarrando por la mochila. Entonces mientras me intentaba liberar alguien pasa a mi lado y ella me empuja contra él intentando simular un accidente. Levanto la vista y la clavo en sus ojos color café, le intento pedir perdón, pero en ese momento las palabras no querían salir por mi boca, era como si mi voz se la llevara el viento. El desconcertado me sonríe. Otro empujón hace que pierda el equilibrio retroceda unos pasos, pero cuando vuelvo a alzar la vista para verle otra vez él ya no esta, aun así mi cuerpo está temblando y no puedo moverme. Mi mejor amiga se despide rápido su novio con un insípido "adiós" y después me vuelve a agarrar de la mochila y me acerca hacia ella. Me mira riéndose, y de vez en cuando habla sobre él y de lo mucho que me gusta. Ojalá no se notará tanto, al menos espero que ella sea la única que se haya dado cuenta de quien me gusta. Sus palabras hacen que me vuelva a la cabeza su sonrisa y suene despierta con él. Probablemente hoy será todo lo que haga, así me pasaré la tarde, sonando con mi vida perfecta, con una vida que jamás tendré, porque el amor es cosa de películas y hasta donde yo sé esto es la mida real, donde mi gran amor probablemente ni siquiera sepa como me llamo.



   27/09/22

Es viernes por la tarde. El cielo paso de ser azul como si intentara imitar al mar a una mezcla entre rosado y naranja. Me asomo a la ventana mientras escucho "Dandelions". La canción me recuerda a él y deja libre mi imaginación. Nos veo juntos, noto sus manos rodeándome la cintura, siento su respiración, sus latidos, el viento me alborota el pelo, y me lo coloca detrás de la oreja. Cada vez me abraza más fuerte como si supiera que si me soltara jamás me volvería a tener entre sus brazos y mi tono de piel se va pareciendo más y más al rosado del cielo, sin embargo yo estoy mejor que nunca. De repente la canción se acaba y con ella ese maravilloso sueno. Sus manos en mi cintura se esfuman, sus latidos se apagan y él desaparece. Otra vez estoy sola en mi habitación. 

 Me llega un mensaje en el móvil. Es mi mejor amiga, quiere saber si hoy salgo. Son las 6:30. Le contesto que hoy no puedo, pero que mañana ya nos vemos. Ahora mismo no tengo ganas de estar con nadie. No tengo ganas de escuchar los problemas de nadie, ni siquiera los míos. Me recuesto sobre la cama, pongo el móvil en silencio y cierro los ojos. No tengo sueño, pero pasarme las próximas recostada escuchando música me parece un buen plan. 

 El tiempo pasa y me entra el hambre. Me levanto a por comida, abro la nevera y cojo una tableta de chocolate medio empezada. Vuelvo a mi habitación y miro el móvil para confirmar que nadie me escribió. Me vuelvo a asomar a la ventana y lo veo a él, de los nervios se me cae el móvil al suelo, por suerte sigue funcionando. Lleva una sudadera Vans y unos pantalones de chándal grises que le quedan muy bien, el pelo castaño lo tiene revuelto por culpa del viento. Va con sus amigos y con unas chicas en total serán unos diez. Ojalá ser una de ellas, ojalá estar ahí ahora por la calle con él. Eso es lo que más desearía ahora mismo. Espero hasta que ya no puedo verlos para volver a mi cama. Ahora me arrepiento de no haber decidido salir. 

 Ya son las 21:15, el cielo se volvió oscuro, los tonos rosados y anaranjados fueron devorados por un azul oscuro imponente. Y así pensando en él, como de costumbre, en estar entre sus fuertes brazos, en esconderme en su sudadera de Vans, en estar por la calle hablando temas irrelevantes, como el tiempo, con él, se me van cerrando los ojos poco a poco, mi habitación se va transformando en un firmamento de estrella infinito por el que vago sin rumbo, sin un destino fijo y así, como si de una droga se tratara, el sueño se apoderó de mí.



Nota: espero que os esté gustando, si todo va bien intentaré ir subiendo un capítulo cada dos días o así. Muchísimas graciasss♥

Una última nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora