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Al otro día.

Dai: ya tomé una decisión.

Poncho P1: espérate, eso lo tenemos que hacer los dos.

Dai: decidí que mientras esto se soluciona, nosotros nos vamos a Londres.

Poncho P1: ¿Qué?

Francia: Así es, cuánto más lejos estemos de ti mejor.

Poncho P1: Francia hija.

Francia: Francia nada y no me digas hija por favor.

Milán: ma ¿me puedo quedar con mi apá? es que me quiero quedar aquí.

Dai: no, nos vamos todos.

Milán: amá...

Poncho P1: hazle caso a tu mamá hijo... está bien pues, si eso es lo que quieren lo acepto, Simplemente te pido que no me alejes de ellos.

Dai: eso lo decidirán ellos no yo.

Milán: apá yo me voy con mi amá, Pero quiero seguir viéndote.

Poncho P1: Así será mis príncipes, en cuanto se acomoden allá voy a verlos.
,
Francia: si tú quieres verlo que vaya por ti, pero por mí no, la verdad no quiero verlo.

Milán: ¡Ey Francia!

Francia: no, voy a hacer mis maletas de una vez.

Milán: apá yo me quiero quedar.

Poncho P1: No mijo, Tienes que hacerle caso a tu amá, Además yo voy a quedarme más tranquilo Sí tú te vas con ellas, Recuerda que si falto yo tú eres el hombre de la familia.

Milán: Sí apá pero...

Poncho P1: no Milán, vete con tu mamá y tu hermana, como ya dije en cuanto se acomoden allá voy a verlos, Aunque tu hermana no quiera.

Milán: está bien, entonces voy a hacer las maletas de una vez.

Poncho P1: ve.

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🕤 AM.


Milán: ¿Por qué tratas así a papá?

Francia: así como.

Milán: lo tratas mal y le hablas de mala manera, todo eso le hace mal, porque te quiere mucho.

Francia: ¿sí? Eso debió pensar antes de hacer lo que hizo, nos traicionó y tú deberías de estar de nuestro lado, tanto que decía que nos quería a nosotros y a mamá, que éramos lo más importante de su vida y Mira nomás, tiene otra familia.

Poncho P1: No espérate princesa.

Francia: no, nada...

Poncho P1: ¿puedo hablar contigo princesa?

Francia: no, no te quiero escuchar, dijo tapándose los oídos.

Milán: ¡Ay ya no seas inmadura! dijo quitándole las manos de los oídos con brusquedad.

Francia: ¡no me toques!

Poncho P1: ¡Ey no!

Milán: Pues no te comportes como una inmadura.

Francia: ¡bueno no me toques!

Poncho P1: no peleen así, yo no te enseñé a que trates así a tu hermana Milán.

Milán: pues que no sea así de inmadura entonces.

Poncho P1: bueno no, pero no hagas eso, no me gusta que seas así, quiero hablar solo con tu hermana por favor.

Milán: está bien.

Poncho P1: ¿qué tienes princesa? ¿por qué me tratas así?

Francia: tú sabes porque.

Poncho P1: dime tú.

Francia: porque nos traicionaste, dijiste que nos querías, que éramos lo más importante para ti y nos traicionaste.

Poncho P1: Y eso no ha cambiado princesa, el que haya tenido otro hijo no cambia lo que yo siento por ustedes y por tu mamá.

Francia: sí cambia, porque la traicionaste a ella y nos traicionaste a nosotros como tus hijos.

Poncho P1: no princesa..

Francia: no, ya no quiero escucharte, ya fue demasiado.

Dai: es hora de irnos niños.

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DEL AMOR AL ODIO 2.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora