Capítulo 08.

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Tercer mes de embarazo.

Jimin salía emocionado de el hospital loto silvestre, donde ya llevaba su tercer cita prenatal, teniendo ahora mismo en su poder un sobre que contenía la ecografía de su bebé que apenas era del tamaño de una naranja.

—Seguro que Jungkook se volverá loco —una sonrisa traviesa apareció en sus labios.

Su plan fue convencer a Jungkook de no acompañarlo, en cambio fue llevado por dos de sus hombres hasta el hospital.

No le mencionó que sería su primera ecografía para ver que todo estuviera en orden, no quería arruinar el regalo de cumpleaños del mafioso.

Porque sí, era el cumpleaños número 32 de Jeon Jungkook, y quería sorprenderlo con ésto.

Porque, ¿qué podría darle a alguien que tiene tantas cosas y solo conoces durante tres meses?

Al menos podría sorprenderlo con la ecografía de su hijo.

Que extraño sonaba.

Jimin se sobresaltó al sentir una mano tocar su hombro, volteando y encontrándose con dos hombres, uno que portaba un pantalón de vestir negro y una camiseta de botones color vainilla, y el otro de igual forma pero con camiseta de vestir en un verde muy claro.

—Ven con nosotros —habló el hombre más bajo, con una sonrisa.

—¿Quiénes son ustedes? —dijo completamente desconfiado, dos completos extraños se le acercan diciendo que vaya con ellos.

Al menos no era amenazado por alguna pistola.

—Somos amigos de Jungkook.

Entonces pensó.

Oh.

Se puso un poco nervioso, para luego preguntar.

—¿Min Yoongi y Kim Jongin? —dijo bajito, guardando su sobre en aquel bolso que llevaba siempre cuando salía.

Jungkook le había contado de ellos hace un par de semanas.

Ambos mayores asintieron rápidamente.

—Um, está bien.

Nervioso al estar frente a dos personas igual de poderosas que con el hombre con el cual vivía, fue empujado suavemente por su espalda baja hacia el auto que estaba estacionado.

—¡Vamos, vamos! —decía con emoción Jimin, mientras que Jongin estaba ansioso por ver la reacción de su amigo Jeon.

—¿Lo hago yo o tú Jongin?

Jongin sonrió malicioso sacando un celular de su bolsillo.

—Sabes que me encanta poner de los nervios a Jungkook.

El de camiseta color vainilla asintió, comenzando el auto avanzar, siendo llevado por los dos hombres que habían acompañado a Jimin.

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Entonces comprendió que todo estaba planeado para seguramente, una fiesta sorpresa.

Sobre todo porque de la gran bolsa negra en sus pies, caían un par de serpentinas sin abrir de ella.

—Y esto de aquí son sus deditos —decía con emoción el doncel mostrando su ecografía con mucho cariño.

Ambos hombres frente a él miraban con asombro la ecografía, pues nunca habían tenido la dicha.

—Es impresionante —dijo Yoongi tomando con cuidado entre sus manos para apreciarla mejor—. ¿Será su sorpresa de cumpleaños? —habló de nuevo, tomando el sobre para guardarla.

—Si, es lo único en que pensé —admitió un poco avergonzado, recibiendo de vuelta el sobre con la ecografía.

—Seguro que se pondrá increíblemente feliz, sabes, para nosotros es difícil encontrar una pareja, mucho más tener un hijo, ya que las personas no se interesan por obvias razones a alguien que está en una mafia y son muy pocas las que están dispuestas a estar a tu lado, siempre debe ser de nuestro mismo mundo, y aún así nunca sabemos cuándo es que nos van a traicionar —dijo Yoongi un poco decaído, mientras Jongin servía una copa de jugo de manzana, pasándosela a Jimin.

—Entiendo —murmuró tomando la copa, sujetándola con ambas manos.

Jongin sonrió, asintiendo un poco.

—Así que, ¿por qué no lo intentan?, ya que llevas a su hijo, podrían intentar estar juntos.

El joven doncel que tomaba de su copa fingió no haberse atragantado ante las palabras de Jongin.

—Yo-

No pudo dar su respuesta ante eso, cuando la puerta del salón donde se encontraba fue literalmente destrozada, entrando varios hombres armados y Jungkook entre ellos con una mirada de furia.

Furia que pasó a confusión al ver a sus dos grandes amigos hablando tranquilamente con Jimin entre globos y serpentinas con un enorme cartel que decía "Feliz Cumpleaños".

Oh cierto, era su cumpleaños.

—¡Feliz cumpleaños Jungkookie! —dijeron rápidamente Jongin y Yoongi colocándose de pie.

—Veo que tardaste muy poco en encontrar a esta lindura —dijo Jongin apretando las mejillas del doncel, quien se sonrojó de la vergüenza.

—La última vez fue mi tío, chicos, me haré más viejo más pronto con sus ocurrencias —dijo soltando un suspiro cansado, para luego sonreír bellamente—. Pero muchas gracias, sobre todo por recordarlo.

—Siempre —dijo Yoongi tomando por los hombros a Jimin que aún se encontraba en su asiento—. Ahora —susurró a su oído ante la atenta mirada de Jungkook.

Jimin asintió, para ponerse de pie caminando un poco nervioso hacia Jungkook.

—Jungkook, feliz cumpleaños —dijo entregándole el sobre.

El hombre que acababa de tumbar la puerta del salón, tomó el sobre con curiosidad para abrirlo y sacar su contenido.

Todos en la sala se sorprendieron al ver cómo alzó por la cintura al doncel para dar vueltas con él.

—¡Jungkook, me voy a caer! —dijo sujetándose como pudo de los fuertes brazos de Jungkook casi como un gato enterrando sus garras en la madera.

—¡Gracias Jim! —dijo con sinceridad y alegría palpable, haciendo sentir su felicidad al contrario mientras era bajado.

—De nada, Kook —dijo tocando el suelo, dejando sorprendido al mayor—. Mira, estos son sus deditos —dijo nuevamente con un brillo en sus ojos, tomando la mano del mayor para acercar la ecografía para mostrarle donde estaban los deditos del feto.

Los otros dos líderes de mafia solo miraban retirados, para después verse mutuamente con sonrisas satisfechas.

embarazado del jefe de la mafia  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora